Este es un tema crucial si consideramos que en el mundo casi el 60% de la población forma parte de la fuerza laboral , por lo que resulta muy importante analizar qué siente y cuál es su capacidad física y emocional para realizar su trabajo.
Para los empleadores y las áreas de Recursos Humanos es indispensable contar con un mapeo que permita conocer el estado emocional de todos sus colaboradores, para ubicar aquellos focos rojos que pudieran presentarse.
Este trabajo gana más relevancia si consideramos que cada año se pierden alrededor de 200 millones de días de trabajo debido a condiciones de salud mental, de las que poco se habla dentro de la oficina porque para el 60% de los empleados es imposible tocar este tema en su lugar de trabajo .
A ello se le suma el hecho de que también un gran número de colaboradores ha mostrado signos de agotamiento, como cansancio extremo, dificultad para concentrarse y problemas para sobrellevar los procesos cognitivos y emocionales.
Esta situación no solo afecta directamente su productividad, sino que genera un desapego con la empresa, que deriva en problemas para dar resultados e integrarse a sus actividades. Por ello, durante los últimos años, la tendencia a la renuncia se ha incrementado, complica la conformación de equipos sólidos y reta a los empleadores.
Son estos últimos quienes han tenido que trabajar constantemente para llevar a las compañías a adoptar un enfoque que apoye a la salud mental, que otorgue trabajo significativo y un avance profesional.
Esta acción involucra la construcción de un ambiente laboral con trato justo y respetuoso, que sea capaz de generar un sentido de pertenencia y compromiso tanto personal como laboral.