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México bajo un escenario adverso

Dada la estrecha relación comercial y de inversión con los Estados Unidos, México se vería gravemente afectado por la magnitud de la recesión estadounidense.
mar 18 febrero 2025 06:04 AM
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La menor demanda de productos mexicanos reduce el flujo de ingresos externos hacia el país, imponiendo restricciones a la balanza comercial y en consecuencia afectando el desempeño económico, apunta Alfredo Coutiño.

El Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos acaba de publicar sus escenarios de estrés para 2025, los cuales se utilizan para probar la resistencia de las instituciones bancarias ante una recesión severa en los Estados Unidos y el resto del mundo. Moody’s Analytics utilizó el modelo econométrico trimestral, que replica la estructura de la economía mexicana, para generar el correspondiente escenario adverso de recesión severa para México. Dada la estrecha relación comercial y de inversión con los Estados Unidos, México se vería gravemente afectado por la magnitud de la recesión estadounidense y por el ajuste de políticas internas necesario para enfrentar el choque externo y la consecuente inestabilidad.

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En este escenario, la economía mexicana experimenta dos choques adversos. El primero es externo y es generado por la severa recesión económica de los Estados Unidos. El segundo es interno y es producido por la depresión de la demanda causada por el ajuste de políticas necesario para enfrentar el choque. El volumen de exportaciones del país es el principal canal de transmisión de la recesión estadounidense a la economía mexicana. La menor demanda de productos mexicanos reduce el flujo de ingresos externos hacia el país, imponiendo restricciones a la balanza comercial y en consecuencia afectando el desempeño económico. La caída de la economía mexicana se ve acompañada de un aumento en la tasa de desempleo, mientras que los salarios reales se ven afectados por la caída del empleo y el deterioro del poder adquisitivo causado por la mayor inflación resultante.

Así mismo, los mercados financieros mexicanos sufren un fuerte periodo de volatilidad y estrés generado por la aversión al riesgo y la incertidumbre. La economía reproduce el tradicional ciclo de sobrerreacción en el tipo de cambio, la inflación y las tasas de interés, acompañado de una severa corrección en el mercado de valores. El peso experimenta un fuerte sobresalto, resultado de inversionistas buscando refugio en activos denominados en dólares, aumentando con ello la demanda de la divisa y desencadenando salidas de capital. Esta sobrerreacción cambiaria toma al menos un par de trimestres, generando un traspaso a la inflación, deteriorando las expectativas y provocando una respuesta de política económica.

Ante esta situación, el Banco de México reacciona frente al repunte inflacionario y deterioro de expectativas, para contener las salidas de capital y hacer frente a la turbulencia financiera. Las autoridades de política económica se ven obligadas a actuar endureciendo las condiciones a corto plazo para restaurar la estabilidad de los mercados. La tasa de interés de referencia se incrementa en los primeros trimestres, ante la sobrerreacción del peso y la inflación. Las tasas de los bonos del gobierno responden aún más agresivamente debido a la creciente aversión al riesgo, ampliando así sus diferenciales y elevando los costos de financiamiento para la deuda gubernamental, lo cual impone presiones adicionales sobre las cuentas fiscales. Las tasas de interés se ajustan a la baja más adelante cuando la volatilidad disminuye y los mercados regresan a cierta estabilidad.

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Al final, el ciclo de recesión de México coincide con el ciclo de los Estados Unidos debido a la alta sincronía entre ambas economías. Sin embargo, la contracción en México es más profunda, dado los efectos contractivos producidos por el ajuste de la política interna. Dado que la economía estadounidense experimenta una recesión severa, con una contracción de 7.8% en el PIB real durante cinco trimestres consecutivos, la economía mexicana se contrae un 11% desde el nivel alcanzado previo al choque externo y a lo largo de los cinco trimestres subsecuentes. Este escenario de recesión severa también replica la tradicional sobrerreacción en precios y variables financieras, que ha estado presente en los episodios de crisis del pasado.

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Nota del editor: Alfredo Coutiño es Director para América Latina en Moody’s Analytics. Síguelo en X como @AlfredoCoutino y en web www.AlfredoCoutino.com Las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual labora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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