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El asombro en la niñez es la clave para formar talento que destaque en el futuro

En este Día de la Niña y el Niño, les deseo que regalen a las infancias que les rodean preguntas, retos, espacios y experiencias que alimenten su capacidad de asombro.
mié 30 abril 2025 06:03 AM
El asombro en la niñez es la clave para formar talento que destaque en el futuro
Un gran desafío que tenemos las y los cuidadores de las infancias es cómo nutrir esta capacidad de asombro que viene de forma natural y preservarla por más tiempo, apunta Fátima Masse.

Las niñas y los niños destacan por su capacidad de asombro. Ésta se refiere a un estado innato que permite maravillarse con el entorno y despierta interés por explorar, descubrir y comprender.

Veo a mis dos hijos y a mi hija que muchas cosas les llaman la atención. Desde trucos que ven en los shorts de YouTube que no les cuadran (no me juzguen, aprovecho a la “nana digital” cuando estoy ocupada), hasta dudas relacionadas con fenómenos naturales básicos como “a dónde se va el Sol” en un atardecer o “por qué las olas llegan más lejos” cuando sube la marea.

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Ciertamente hay niñas y niños que se asombran más fácil que otros, pero en general es padrísimo ver sus caritas entusiasmadas cuando algo les parece –literal– increíble.

Tristemente, esta capacidad de asombro se pierde con el tiempo. Entre que nuestro cerebro madura y que entendemos mejor cómo funciona el mundo, dejamos de admirarnos como niños. Incluso, como personas adultas tenemos que luchar con cierto grado de apatía para agradecer lo que nos pasa todos los días.

Más allá de la nostalgia, el concepto es crucial para el capital humano. La capacidad de asombro es una disposición emocional y cognitiva que está relacionada con una serie de habilidades blandas altamente valoradas en el mercado laboral. Por ejemplo, impulsa la curiosidad, refuerza el deseo por aprender de forma continua, da rienda suelta a la creatividad y complementa el pensamiento crítico.

Según el reporte del Foro Económico Mundial, El Futuro del Empleo 2025, estas habilidades están dentro del Top 10 que buscan los empleadores actualmente y se pronostica que su demanda aumente todavía más en 2030.

En ese sentido, un gran desafío que tenemos las y los cuidadores de las infancias es cómo nutrir esta capacidad de asombro que viene de forma natural y preservarla por más tiempo. Al menos para mí, como madre, es una prioridad.

¿Cómo lo hago? Mi naturaleza es curiosa, entonces me es relativamente fácil encontrar oportunidades para compartir esta característica con mis hijos en cualquier momento.

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Aprovecho las carreteras y los tráficos para hacer preguntas relacionadas con lo que vemos alrededor. Promuevo ver películas en familia sobre historias de la vida real con contextos diferentes al nuestro, lo que nos da material de reflexión para las conversaciones diarias. Y, cuando puedo, consigo experimentos para que el juego tenga un poco más de fondo y aprendizaje.

En este Día de la Niña y el Niño, les deseo que regalen a las infancias que les rodean preguntas, retos, espacios y experiencias que alimenten su capacidad de asombro. Si pueden, háganlo no solo este 30 de abril, sino cada día del año. Ellos quizás no lo sepan ahora, pero ese regalo sembrará una semilla que los convertirá en trabajadores más capaces en un futuro. Y a ustedes, adultos, podría devolverles algo invaluable: la posibilidad de reconectarse con esa mirada curiosa que alguna vez tuvieron y que aún puede transformar cómo ven el mundo.

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Nota del editor: Fátima Masse es Economista especializada en temas sociales. Síguela en Twitter como @Fatima_Masse . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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