Trump ha acusado al jefe de Estado ucraniano de obstruir el fin de la contienda bélica desencadenada en febrero de 2022 por la invasión rusa.
A principios de esta semana se lanzó de nuevo contra Zelenski por negarse a aceptar un “intercambio” territorial y volvió a culparlo de iniciar el conflicto con Rusia, cuando las fuerzas rusas fueron las que tomaron acción en primer lugar.
"Me molestó un poco que Zelenski dijera: 'Bueno, tengo que obtener la aprobación constitucional'. O sea, ha conseguido la aprobación para entrar en guerra y matar a todo el mundo, pero necesita una autorización para intercambiar territorio", declaró.
Las capacidades negociadoras de Trump, a prueba
Analistas consideran que Putin juega contentara en su encuentro con Trump, por lo que el republicano tiene un reto ante sí.
El republicano, propenso a hacer anuncios sensacionalistas que le permitan presentarse como un "pacificador" y un negociador hábil, tendrá que evitar caer en la trampa de Putin y ser visto como un títere del líder del Kremlin.
"Putin no le ha ofrecido nada significativo a Trump, y Trump ya lo está invitando a Alaska", comentó el analista político ruso Konstantin Kalachev.
George Beebe, exdirector de análisis de Rusia en la CIA, la agencia de inteligencia estadounidense, y ahora miembro del Quincy Institute, que apoya la moderación militar, opina que Trump podría comenzar a esbozar los contornos de un acuerdo para poner fin a la guerra.
Rusia podría aceptar de mala gana una posible adhesión de Ucrania a la Unión Europea si, a su vez, se mantiene fuera de la OTAN, la alianza militar transatlántica, dijo Beebe.
"Siempre y cuando esa relación se limite a vínculos políticos y económicos en lugar de compromisos militares" es plausible, añadió sobre Rusia.
El riesgo es que las expectativas se incumplan.
"Trump aborda un tema lleno de peligro político, y no hay absolutamente ninguna garantía de que esto vaya a ser un éxito", resume Beebe.
Con información de AFP