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Ingreso digno

Si el dinero que el colaborador lleva a casa no cumple con las necesidades básicas necesarias para vivir de manera digna, es difícil que pueda mejorar la calidad de vida de él, ella y sus familias.
jue 19 junio 2025 06:03 AM
Aumenta el salario en México pero no la productividad y así podría afectar en la inflación
El que las personas puedan vivir dignamente como resultado de su trabajo sí está en nuestras manos, y es responsabilidad de nosotros, los empresarios, otorgarles un salario adecuado a sus responsabilidades y resultados, apunta Francisco Santini.

En México, para vivir “dignamente”, una familia de 4 integrantes promedio, requiere al menos 23,800.00 pesos al mes. Considerando que en varias ciudades de nuestro país, dos de los integrantes aportan su salario para sostener el hogar, estos dos aportantes necesitan recibir un ingreso mensual de al menos 11,900.00 pesos libres al mes (PERSÉ, 2024).

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Para que las y los colaboradores en nuestras empresas puedan ser más productivos y puedan tener un verdadero crecimiento social, profesional y económico, necesitan de un “ingreso digno”. Por supuesto que es importante que tengan un salario emocional con un ambiente de trabajo adecuado y oportunidades de desarrollo, así como prestaciones adicionales a las de ley y flexibilidad; pero si su salario, el dinero que llevan a casa, no cumple con las necesidades básicas que necesita una familia para vivir de una manera digna, es difícil que pueda mejorar la calidad de vida de él, ella y de sus familias, y difícilmente tendrán un crecimiento profesional en la empresa y movilidad social.

Los tres conceptos que requieren las familias para vivir y que tiene que cubrir el ingreso de nuestro personal laboral son: la “canasta básica alimentaria”, la cual es considerada la más importante, y que tiene características diferentes según la zona geográfica y costumbres alimenticias de la región; un ejemplo claro puede ser si comen carne, pollo o cerdo.

La segunda es la “canasta básica no alimentaria” que generalmente cuesta más que la alimentaria y que también es de alta importancia para que la familia pueda vivir, ya que incluye el pago mensual de la vivienda (renta o hipoteca), gastos de transporte, servicios básicos, como agua, electricidad, gas, internet y celular, hasta artículos de higiene personal o mantenimiento del hogar, entre otros.

Y la tercera es lo que llamamos la “canasta digna” que, aunque austera, le permita a nuestro personal y a sus familias tener ciertos gastos para recreación como una salida al cine, reuniones familiares, vacacionar, o incluso pago de colegiaturas escolares.

Como podemos ver, los gastos son muy básicos, sin lujos, o cosas fuera de lo común.

El que las personas puedan vivir dignamente como resultado de su trabajo sí está en nuestras manos, y es responsabilidad de nosotros, los empresarios, otorgarles un salario adecuado a sus responsabilidades y resultados. Aún y cuando existen varias condiciones para que una familia viva en condición de pobreza, y que muchas son responsabilidad del gobierno, como pueden ser: el acceso a la salud, a una educación de calidad, a tener servicios básicos, etc. El ingreso de nuestros colaboradores y colaboradoras, sí es responsabilidad de nosotros, sus empleadores.

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Además de reconocer que las personas son el activo más valioso de nuestras empresas quienes día a día hacen posible que operemos, también debemos asumir nuestra responsabilidad de asegurar que las organizaciones sean rentables y sostenibles. Nuestras empresas tienen que ser económicamente viables para que puedan pagar mejores salarios, por eso la importancia de tener claro qué salarios son los más bajos en nuestra nómina, y hacer planes a corto y mediano plazo para subir a este grupo a un nivel de salario digno, utilizando herramientas basadas en productividad, con medibles claros que les permitan producir más y ganar más. Hagan el ejercicio, les aseguro que es más sencillo de lo que creen.

Pequeños, medianos y grandes empresarios y empresarias, podemos y debemos mejorar la calidad de vida de nuestros equipos a través de su trabajo, hacer crecer nuestro negocio, mejorar nuestra comunidad y cambiar nuestro país, contribuyendo a la sostenibilidad de nuestro planeta con los Objetivos del Desarrollo Sostenible: Fin de la pobreza, Hambre cero, Trabajo decente, Innovación y desarrollo. Lideremos el cambio.

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Nota del editor: Francisco Santini es integrante del Consejo Directivo, Pacto Global de las Naciones Unidas Red México. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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