Hemos llegado a la mitad de 2025, un período sin duda caracterizado por disrupciones, adversidades y ajustes en la forma de hacer negocios. Sin embargo, este contexto no debería parecer algo fortuito e irrepetible, al contrario, debe dar pie para anticipar distintos escenarios que seguirán permeando a largo plazo. A continuación, comparto cuatro reflexiones que todos los líderes deben poner al centro de sus operaciones para los siguientes meses:
¿Qué deben considerar los líderes de negocio para la segunda mitad del 2025?

Un consumidor desafiante
El consumidor es menos leal a las marcas; por el contrario, es más exigente. Estas características no deberían tomarnos por sorpresa, pues hay una correlación con el impacto de la inflación y, por ende, con el aumento de los precios. El reciente estudio EY Future Consumer Index reveló que el 74% de los consumidores mexicanos aseguran haber modificado sus patrones de compra, priorizando opciones más económicas.
Este hallazgo deberá llevar a las organizaciones a repensar su estrategia y ofrecer un mayor valor tangible en sus productos y servicios. Para la segunda mitad del año y en adelante, los tomadores de decisión deberán entender las motivaciones del consumidor, ofrecer experiencias auténticas y demostrar que su innovación responde a una necesidad real, no a una estrategia superficial.
Retos externos e internos
Durante 2024 diversos países eligieron a sus representantes políticos lo cual permeó cierta cautela en la comunidad empresarial. Era vital para las organizaciones ver con el tiempo una mayor certidumbre sobre sus operaciones bajo las nuevas posibles disposiciones de los mandatarios.
Para México, el ejemplo más claro han sido los anuncios sobre aranceles por parte del gobierno de los Estados Unidos, ante este escenario sigue siendo clave prevenir y adelantarse a través de diversas estrategias que darán mayor solidez a las empresas mexicanas, así como aquellas que hayan llegado al país como parte de la relocalización de operaciones. Entre las tácticas de prevención están los análisis geoestratégicos, mitigación de riesgos, creación de comités de análisis y valoración de estrategias relacionadas con cambios en las tarifas arancelarias, entre otros.
Sin duda, durante estos primeros meses del año los empresarios mexicanos han mostrado prudencia, pero no pasividad. Ciertamente la reforma judicial recién aprobada desató inquietudes, no obstante, los tomadores de decisión están mostrándose resilientes ante las nuevas disposiciones y marcos regulatorios, buscando acuerdos para seguir trabajando con confianza ante el nuevo entorno.
Hacer frente a la inflación
Las dinámicas de inflación están siendo fundamentalmente remodeladas por el resurgimiento de aranceles y la reestructuración del comercio global. La volatilidad de precios actual es cada vez más inducida por políticas, anclada en barreras comerciales que están redefiniendo las estructuras de costos y remodelando los precios al consumidor . Mientras las políticas arancelarias sigan, los líderes empresariales continuarán navegando un entorno de precios globales volátiles. De ahí el llamado a ser estratégicos y elaborar planes a futuro que sirvan de respaldo para que las operaciones continúen su curso, incluso ante el panorama inflacionario.
Tecnología y talento humano, ¿una ecuación sin resolver?
Notamos que los retos y objetivos de las empresas crecen constantemente, su visión a largo plazo se enfoca en permanecer y crecer, por ejemplo, el 28% de los tomadores de decisión señala que, durante los próximos tres años, su principal desafío interno será aumentar su participación en el mercado, pero ¿cómo se logrará cuando parece que estamos frente a un conflicto internacional, una competencia voraz y una incertidumbre generalizada? A través de una planificación estratégica que contemple, sin duda, al talento como eje fundamental y a la tecnología como su aliada.
Esta amalgama a menudo despierta inquietudes sobre si una sustituye a la otra; sin embargo, vemos con nuestros clientes que no es así. La Inteligencia Artificial (IA), por ejemplo, no reemplazará al talento; al contrario, lo empodera con información, manejo de datos complejos y agilidad, entre otros beneficios. El temor a perder el empleo debería transformarse en un aliciente para incorporar la IA de manera responsable en el día a día. No debemos olvidar que a la IA no se le dota de autonomía; se le regula y supervisa.
Esta encrucijada no despeja a un elemento del otro, sino que lo potencializa para seguir los objetivos del negocio y eso es algo que debe permear la dirección hacia sus integrantes.
En conclusión, la resiliencia, el trabajo constante y sin pausa, motivado por la estrategia y el punto de vista crítico, serán fundamentales para el ecosistema de negocios mexicano. Probablemente hay más dudas que certezas, pero eso no debe dar pie a una parálisis empresarial, al contrario, debe motivar un movimiento prudente y cuidadoso para los siguientes meses y el futuro a largo plazo.
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Nota del editor: Manuel Solano es Socio Director para EY México y Socio Director Regional para EY Latinoamérica. Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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