¿Quién no ha sentido que “algo” del mañana lo empuja a decidir hoy? Hablamos de corazonadas, señales o destino: “todo pasa por algo”. La idea puede sonar mágica, pero cierto trabajo científico permite preguntarla sin caer en superstición. El reto es separar posibilidades reales de sesgos muy humanos.
¿El futuro puede afectar el presente? La ciencia dice que sí

Llamo a ese atajo mental heurística de retrocausalidad perceptiva: la creencia de que eventos futuros influyen en decisiones presentes, como si la mente recibiera información de lo que aún no ocurre. Es seductora porque ofrece sentido y reduce incertidumbre, pero tiene costos: alimenta sesgo de confirmación (“veo señales de lo que ya quería ver”) y facilita lecturas sesgadas de coincidencias. También fomenta fatalismo: si “ya está escrito”, ¿para qué actuar? Y puede erosionar la evidencia, sustituyéndola por intuiciones sin contraste.
En el día a día aparece cuando justificamos decisiones por “mensajes” del porvenir, o cuando líderes se sienten “protegidos” por un destino asignado. La salida no es negar la intuición, sino domesticarla con método: primero datos, luego interpretación, después prudencia. En psicología de la decisión, la “heurística de afectividad” muestra que elegimos por cómo nos hace sentir una opción, no solo por sus números; por eso conviene anticipar ese sesgo cuando el destino nos guiña el ojo.
¿Qué dice la física? Existen marcos teóricos que, sin prometer viajes en el tiempo, abren la puerta a influencias “desde el futuro” en sistemas microscópicos. Aharonov y Vaidman mostraron que, en ciertos arreglos cuánticos, propiedades de un sistema pueden depender de mediciones futuras: la idea de pre- y post-selección sugiere que el estado final condiciona el inicial. También, la interpretación transaccional de Cramer propone intercambios de ondas que van hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, y Huw Price ha defendido que, si las leyes son simétricas temporalmente, la retrocausalidad no está prohibida por principio.
Nada de esto autoriza a decir que “mi yo de 2035 decide por mí hoy”, pero sí motiva experimentos que cuestionan la flecha del tiempo en lo muy pequeño. Traducción práctica: la retrocausalidad, si existe, sería sutil, estadística y confinada a marcos específicos, no una varita mágica aplicada al tráfico o al amor. Aun así, vale explorarla con instrumentos cada vez más finos y libres de sesgos.
¿Y la psicología? Daryl Bem probó protocolos para detectar “sentir el futuro”. En una familia de experimentos, los participantes elegían entre dos opciones; solo después recibían retroalimentación generada al azar. Sorpresa: en algunos ensayos, los aciertos superaron lo esperable por azar justo cuando había retroalimentación posterior, como si la valoración futura estuviera correlacionada con la decisión previa. Sus estudios encendieron debates intensos por posibles fallas metodológicas y problemas de replicación; la conclusión honesta es que no hay consenso y necesitamos protocolos preregistrados, múltiples laboratorios y tamaños de muestra altos.
Para el lector práctico, dos ideas: 1) Mantén apertura crítica: la intuición es muy valiosa, pero valídala con datos. 2) Usa herramientas que “simulan” humildemente retrocausalidad sin magia: el premortem (imaginar que un plan falló y escribir por qué) o los torneos de pronóstico entrenan a que el “tú del futuro” te hable hoy… via método, no milagro.
Pensar que el futuro afecta al presente no exige abandonar la ciencia; exige más ciencia y mejor escepticismo. En lo cuántico, la pregunta sigue abierta; en lo humano, el antídoto es combinar intuición con disciplina empírica. Si el mañana influye, que nos encuentre con método, responsabilidad y curiosidad encendida.
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Nota del editor: Juan Carlos Chávez es Profesor de Creatividad y Etología Económica en el sistema UP/IPADE y autor de los libros Sistema 3: La Mente Creativa (2025), Homo Creativus (2024), Biointeligencia Estratégica (2023), Inteligencia Creativa (2022), Multi-Ser en busca de sentido (2021), Psico-Marketing (2020) y Creatividad: el arma más poderosa del Mundo (2019). Es director de www.G-8D.com Agencia de Comunicación Creativa y consultor de empresas nacionales y transnacionales. Encuentra sus libros en Amazon y síguelo en Facebook , Instagram , YouTube y LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
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