Preocupada por las advertencias del consumismo y las quejas sobre la mala calidad de atuendos “baratos y rápidos”, Ana Victoria Reyes (@victoriacooks) decidió crear su propia línea de ropa. Su objetivo es diseñar prendas elegantes, atemporales, de alta calidad y hechas en México. Detectó un nicho entre quienes buscan vestir bien sin sacrificar durabilidad ni valores ambientales, y en cuestión de meses montó su negocio.
Lo más interesante es cómo lo hizo. Gracias a una red consolidada de startups que operan en nuestro país, cada parte del modelo de negocio fue posible:
- Shopify para analizar el mercado, definir corridas de tallas y construir una narrativa poderosa.
- Yumari para identificar y conectar con proveedores nacionales que garantizan calidad y adaptabilidad.
- Envioclick para gestionar la logística a precios competitivos.
Este es un emprendimiento formal, digital y con visión. Aprovecha las plataformas de pago de Shopify y PayPal, y opera bajo el Régimen Simplificado de Confianza que ofrece tasas impositivas bajas mientras se prueba la idea y la marca gana tracción.
Un factor clave en esta historia es el decreto textil , con lo que desde este año producir ropa en México sale más barato que hacerlo en China por los aranceles. Sin embargo, según uno de los fundadores de Yumari, “producir en la región conviene, pero hay que aprender a lidiar con la cultura local”. Aunque algunas fábricas fallan en tiempos o procesos, si estás en México hoy el costo-beneficio sale a favor del talento mexicano.
Historias como esta confirman que México tiene todo para ser un hub de emprendimiento competitivo. Pese a un panorama económico de poco crecimiento y tensiones comerciales globales, hay proyectos locales que demuestran que se puede construir valor desde lo propio: detectar nichos, innovar con propósito y aprovechar herramientas tecnológicas para profesionalizarse desde el primer día.
El caso de esta nueva marca de ropa muestra lo que puede lograrse cuando hay talento y condiciones mínimas para emprender. Sin embargo, también sugiere que el éxito viene acompañado de educación, redes de apoyo, tiempo y capital inicial, elementos que no muchas personas juntan. Por eso, si queremos que el emprendimiento sea una verdadera vía de movilidad social se requiere un impulso coordinado para cerrar brechas y fortalecer el ecosistema emprendedor en todo el país.