¿Cuántas veces nos hemos encontrado en sobremesas que terminan con disgustos porque la política se mete en nuestras conversaciones de familia y nos arruina el postre?
Seguro todos hemos pasado por esos momentos en que se pone un tema sobre la mesa y salen opiniones y posturas muy distintas, mucho más cuando se habla de posturas políticas. Charlas que se convierten en discusiones en donde por más argumentos que da una y otra parte no se logra convencer a la otra persona.