La polémica por el plagio de tesis de la ministra, Yasmín Esquivel, se ha convertido en un galimatías al que no se le ve fin.
Por un lado, está el embrollo legal para saber si se puede retirar o no el título de licenciatura como consecuencia del plagio al trabajo de otro estudiante de derecho que ya fue comprobado por la UNAM; por otro, las presiones desde el poder que minimizan el hecho y lo ven como ataques hacia la llamada “Cuarta Transformación”.