Crónica: Carlos Salinas 'roba cámara' en tiempo de destapes
Como en cada ocasión que aparece en público, modifica el entorno al que llega. Solo da los primeros pasos en el salón donde presentará su nuevo libro, Aliados y adversarios, y el sonido de los aplausos llena el cuarto: Carlos Salinas de Gortari, el hombre que gobernó México entre 1988 y 1994, despliega su protagonismo y empieza a apoderarse del lugar.
Enfundado en un traje azul de dos botones, una camisa blanca y una corbata verde con motivos florales, camina con firmeza para llegar al podio donde Herminio Blanco, quien fue su secretario de Comercio y uno de los negociadores clave del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), lo espera junto con el editor Ricardo Cayuela Gally, para que los tres puedan hablar de este acuerdo comercial que se firmó y entró en vigor durante el sexenio salinista.
La exposición comienza y un dato refleja el peso del exmandatario: cuando se refieren a él, los presentes lo llaman "presidente", cargo del que se despidió hace casi 23 años, tal como en diciembre de 2018 lo hará su compañero de partido, Enrique Peña Nieto.
Desde la primera fila, al priista lo observan su esposa, Ana Paula Gerard, así como Emiliano y Cecilia, hijos de su primer matrimonio.
En ese ambiente, Salinas habla durante cerca de 40 minutos sobre los beneficios que asegura tuvo el acuerdo firmando entre México, Canadá y Estados Unidos, y afirma que éste cambió la geopolítica mundial.
Previo a su llegada al salón Bernardo Quintana del Colegio de Ingenieros, los asistentes a la presentación compraban el libro en 299 pesos. Entre el público también estaba una mujer que llevaba una vieja edición del diario Excélsior, aquella que, con el titular "Firmado", relataba el momento en el que el TLCAN se volvió realidad. "Espero que me lo firme", decía emocionada.
Minutos después, durante la charla, desde su lugar el expresidente mira al este y al oeste, y también regala sonrisas y miradas a quienes lo oyen con atención. El silencio únicamente se rompe por sus palabras.
Y como en otras ocasiones, defiende su legado, su sexenio y los aciertos que asegura están visibles hoy. Tanta es su confianza en lo que hizo desde Los Pinos, que dice que incluso uno de sus rivales históricos, Andrés Manuel López Obrador —a quien se refiere como "El Innombrable", mote que el líder de Morena le ha adjudicado a él—, ha llegado a defender el acuerdo comercial.
Casi para cerrar, recuerda que eligió esta fecha para presentar su libro porque fue un 23 de noviembre cuando el Senado mexicano ratificó el tratado, que actualmente está bajo el fuego del gobierno estadounidense que encabeza Donald Trump.
En medio de aplausos y sonrisas, Salinas concluye su ponencia y no acepta preguntas, pero los reporteros lo siguen y lo inquieren sobre los temas 'calientes' en la agenda: la sucesión presidencial, la definición del candidato del PRI y el aparente 'destape' del secretario de Hacienda, José Antonio Meade , por parte del canciller Luis Videgaray.
Sin embargo, él hace mutis y esquiva los cuestionamientos.
nullHoras más tarde, el presidente Peña Nieto también hablará del asunto y afirmará que el PRI no elegirá a su candidato por medio de elogios. "Yo creo que andan bien despistados", dirá Peña Nieto, frase que recordará a Salinas cuando lanzó: "No se hagan bolas".
En tanto, al término de la presentación del libro, los asistentes comentan entre sí que "no es normal" que Salinas aparezca en público en tiempos previos al anuncio del candidato priista, y otro episodio alimenta la expectativa.
Tras dar a conocer su nueva obra, en una entrevista con la periodista Yuriria Sierra en Imagen TV, Salinas vuelve a hablar de la importancia del día: 23 de noviembre.
"A propósito de la fecha en que presento hoy el libro, son 24 años de que el Senado ratificó el TLCAN, el 23 de noviembre. Cinco días después, el Partido Revolucionario Institucional postuló a Luis Donaldo Colosio a la Presidencia de la República", dice sonriente.