El inventor del control remoto muere a los 96 años de causas naturales

El inventor del control remoto de la televisión, Eugene Polley, murió el domingo a los 96 años de edad. Después de que su muerte fue anunciada este martes, en internet se recordó al inventor del mando a distancia que marcó el comienzo de la era de la canal de navegación y de adictos a la televisión.

Algunos tributos eran graciosos. Otros eran adulación. "Digan todo lo que quieran acerca de Facebook, Twitter y otras innovaciones tecnológicas más recientes. Para mí Polley y el control remoto los superan", escribió David Lazaro en LATimes.com. 

"Después de todo, ¿a cuál estará más dispuesto a renunciar: a Facebook o el mando a distancia?... Me lo imaginaba."

Polley, quien murió de "causas naturales", según un comunicado de prensa, inventó el Flash-Matic de la compañía Zenith que se introdujo en 1955 y fue anunciado como el primero de su tipo. 

"Se utilizó un dispositivo similar a una linterna para activar células fotoeléctricas en el televisor para cambiar canales", dijo el comunicado de prensa de Zenith.

En la década de 1950, la mecánica de uso de un mando a distancia era un poco torpe: "El espectador utilizaba una linterna dirigida por la mano para activar las cuatro funciones de control que cambiaban la imagen, el sonido y apagaba el aparato girando el sintonizador con el sentido de las agujas del reloj y en sentido contrario", dice Zenith.

Rosa Golijan de MSNBC escribe que las excentricidades han sido siempre parte del mando a distancia y su historia extraña.

"Debido a que el mando a distancia tenía luz visible, los televisores podían ser confundidos por otras fuentes. A pesar de su rareza, el Flash-Matic fue una revolución, y fue la razón por la que Polley fue nombrado con títulos humorísticos que iban desde "el padre fundador de la patata de sofá", "el zar del cambio de canales sin sentido”, o “el surfista de los canales".

Y un anuncio de la época pone de relieve hasta qué punto esta invención era innovadora.

"Un destello de luz mágica cruza la sala (sin cables, sin cordones) y se convierte en un encendido, un apagado o cambio de canal", dice un anuncio, "¡y permanece usted en su sillón!".

Nacido en Chicago, Polley tenía una larga carrera como ingeniero de Zenith, donde inició su trayectoria desde el almacén. Sus invenciones, sobre todo en el campo de la televisión, obtuvieron 18 patentes en Estados Unidos.

Los analistas de tecnología, los comentaristas y los usuarios de controles están aprovechando la ocasión de la muerte Polley para celebrar su invento y bromear un poco acerca de su legado.

"Gracias por la panza Eugene", escribió alguien en la página del blog de tecnología Gizmodo en Facebook refiriéndose a cómo la gente quedó privada del ejercicio de cambiar de canal levantándose. "Es broma. Gran invento".

Otros optaron por concentrarse en la forma en que Polley, quien ganó un premio Emmy de la Academia Nacional de las Artes y Ciencias Televisivas por su creación, cambió el mundo con la invención.

El mando de la televisión fue el precursor del  entretenimiento interactivo  y es parte de la razón por la que se puede navegar por el contenido digital de manera libre, dice Alexis Madrigal de The Atlantic.

"El nuevo dispositivo significó que la gente pudiera cambiar los canales de forma rápida y sencilla desde la comodidad de su lugar, y la innovación significó que las estaciones de televisión no podían seguir vendiendo la publicidad o entregar la programación de la forma que tenía antes, cuando era más difícil el cambiar de canal", escribe. "Yo no creo que sea un accidente que empezamos a navegar por los canales antes de empezar a navegar por la Web."

Siguiendo el ejemplo de ese pensamiento, un usuario de Twitter escribió:
"RIP Eugene Polley, inventor del control remoto del televisor. Por favor, honrar al hombre mediante la lectura de este tweet por lo menos 5 segundos antes de continuar."

En el blog Gizmodo también reflexiona sobre el mundo posterior al mando: "El control remoto permitió a la audiencia una experiencia muy nueva de consumir televisión. Por primera vez, podían cambiar de programa sin tener que levantarse para girar el interruptor y no aguantarse los programas simplemente por ser demasiado perezosos para levantarse del sofá. Los comerciales pudieron evitarse con el cambio de canales o  quitar el sonido, con solo pulsar un botón . ‘Cambiar de canal’ se convirtió en un suceso".