La NASA aplaza una semana el lanzamiento de sondas de investigación
La agencia espacial estadounidense NASA aplazó hasta el 30 de agosto el lanzamiento de un cohete Atlas V que busca llevar a órbita a dos sondas espaciales para el estudio de la influencia del Sol sobre la Tierra y los anillos de radiación que la rodean.
El lanzamiento desde Cabo Cañaveral, en Florida, estaba programado para las 03:07 horas (local) de este sábado, y primero fue retrasado 20 minutos debido a las condiciones climáticas, pero al final se aplazó al menos hasta el próximo jueves.
La partida del cohete estaba prevista originalmente para el viernes , pero quedó postergada debido a un fallo en uno de los monitores de las condiciones meteorológicas.
Una vez lanzado, el cohete propulsor utilizará y desechará sus segmentos hasta llevar a las dos sondas a su órbita en un recorrido de una hora y 31 minutos después del despegue.
La misión se denomina Radiation Belt Storm Probes (RBSP) y tiene como objetivo estudiar los Cinturones de Van Allen, dos anillos gigantes de plasma que envuelven la Tierra.
En estas zonas se concentran las partículas electrificadas que más allá de la atmósfera protectora de la Tierra dominan al Universo. De hecho, el 99% del universo está hecho de este gas electrificado, conocido como plasma.
El cinturón de Van Allen interior se extiende desde unos 1,000 kilómetros sobre la superficie terrestre hasta más allá de los 5,000; y el exterior entre los 15,000 y los 20,000 kilómetros.
Las sondas RBSP se han diseñado para analizar la forma en que el Sol, y en particular las tormentas solares, afectan al entorno terrestre en varias escalas de espacio y tiempo.
La misión es parte del programa "La vida con una estrella", cuyo objetivo es el estudio de los procesos fundamentales que pueden haber originado al Sol y que inciden en el conjunto del sistema solar.
Los instrumentos de las sondas proporcionarán las mediciones que los científicos necesitan para comprender no sólo el origen de las partículas electrificadas, sino también los mecanismos que dotan a esas partículas de su gran velocidad y energía.
Los dos instrumentos, con rotación estabilizada, deberán operar en condiciones difíciles, explicó la NASA. Las sondas octogonales pesan más de 635 kilogramos cada una y miden 1.85 metros de ancho y unos 90 centímetros de altura.
Los sensores de campo eléctrico y magnético se extienden sobre varas que los alejan de la sonda, que puede generar sus propios campos eléctrico y magnético y distorsionar las mediciones.
Otros satélites que orbitan en la región están programados para apagar sus sistemas o protegerse cuando ocurren intensas tormentas solares, pero los de la misión RBSP seguirán recolectando información y por eso se han construido para que soporten el bombardeo de partículas y radiación en los cinturones de Van Allen.
Con información de EFE