Que un humano pise Marte es todo un reto tecnológico, dicen expertos
Ingresar a la atmósfera marciana y que astronautas posen en su suelo supone un rompecabezas tecnológico aún más complejo que el aterrizaje del robot Curiosity por lo que es un gran reto llevar una misión tripulada al planeta rojo, señalan expertos de la NASA.
La agencia espacial estadounidense se anotó un gran logro científico en agosto de 2012 con el aterrizaje del rover Curiosity, un robot de una tonelada y el más pesado en posarse en Marte, que incluyó el empleo de una grúa y un paracaídas supersónico, pero los expertos aseguran que todo será aún más difícil con humanos a bordo.
"El aterrizaje del Curiosity fue un logro increíble", dijo el martes Robert Braun, un exingeniero de la NASA actualmente profesor del Instituto de Tecnología de Georgia, en una conferencia en Washington.
"Pero no es más que un pequeñísimo paso en comparación con todo lo que debemos hacer para poder caminar un día en Marte", añadió.
La conferencia de tres días, que comenzó el lunes, ha reunido a expertos de la NASA, investigadores universitarios y miembros de la industria aeroespacial para discutir sobre la exploración del planeta rojo.
"Curiosity tiene el tamaño de un pequeño 4x4", dijo Braun sobre el laboratorio móvil de seis ruedas que ha estado explorando Marte los últimos nueve meses. "Pero para una misión tripulada habría que desarrollar un dispositivo capaz de posar en suelo marciano el volumen equivalente a una casa de dos pisos con una masa de 40 toneladas", precisó.
Una misión así supondría el envío de comida, agua y oxígeno para los astronautas y de un vehículo lo suficientemente potente como para regresar a la nave espacial, que probablemente permanecería en órbita, consideró.
Con excepción del Curiosity, las seis primeras sondas estadounidenses que se posaron con éxito en el suelo marciano desde 1974 eran lo suficientemente ligeras como para frenar su descenso con un paracaídas y amortizar con globos el contacto con el suelo.
Curiosity, demasiado pesado para ese modelo de aterrizaje, requirió un complejo sistema que incluía un paracaídas supersónico y una grúa propulsada por cohetes. Nada de esto puede aplicarse a las cargas previstas para una misión tripulada, señaló Braun.
La atmósfera marciana es netamente menos densa que la de la Tierra, cuya presión atmosférica a 40 kilómetros de altitud es equivalente a la de Marte a 10,000 metros, lo que deja poco tiempo para frenar la velocidad supersónica de una nave espacial, precisó.
"Es un desafío que aún no hemos enfrentado, y para el cual todavía no tenemos una respuesta específica", afirmó.
Para Adam Stelzner, uno de los inventores de la grúa que permitió posar al Curiosity, "no se trata de inventar nuevas tecnologías, sino de ser un poco más creativos con el uso de lo que existe".
"En 2003, ocho años antes del lanzamiento del Curiosity, no sabíamos cómo posarnos en Marte", recordó este ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, estimando que la grúa espacial podría servir para una misión tripulada.
"Necesitamos un sistema de retropropulsión que funcione a dos o tres veces la velocidad del sonido", opinó por su parte Charles Campbell, experto en aerodinámica de la NASA.
"Sabemos cómo construir una máquina supersónica, pero no en retropropulsión", agregó; y estimó que "el motor del cohete y el control del aterrizaje presentan las mayores dificultades".
"Una misión humana a Marte requerirá de un vehículo de la escala de un transbordador espacial", dijo, y agregó que los costos serán elevados y la magnitud del esfuerzo probablemente requiera de la cooperación internacional.
El director de la NASA, Charles Bolden, dijo el lunes que Estados Unidos estaba decidido, a pesar de sus dificultades presupuestarias, a enviar a astronautas a Marte en los próximos 20 años, movilizando todos los recursos de la exploración espacial para ese único fin.
Sin embargo, pese a que aún no se conoce la forma de hacer que un humano pise la superficie marciana algunas compañías se han adelantado prometiendo a sus clientes enviarlos a vivir a Marte y nunca más regresar a la Tierra . Así como hacer un viaje a Marte de ida y vuelta.