‘Sexting’, una tendencia en crecimiento entre jóvenes
A sus 14 años, Mary, tiene su propio smartphone y dedica varias horas de su día a sus redes sociales; comparte lo que está haciendo vía Facebook o Twitter, y de vez en cuando, manda fotos de su cuerpo desnudo vía Snapchat a su novio. Para ella, como para sus amigas y millones de millenials, esto es parte de la conversación habitual; una prueba de amor digital.
Hace poco más de tres años, el sexting, definido como el envío de fotografías personales sugerentes, semidesnudas o completamente desnudas a través de aplicaciones de mensajes de texto, se ha convertido en algo cotidiano para usuarios de internet, especialmente entre las edades de 15 y 22 años y adultos propietarios de un smartphone.
Entre 2012 y 2014, el envío de fotos sugerentes entre adultos dueños de un smartphone creció de 6% a 9% en Estados Unidos, uno de los mercados que más realiza esta práctica; el porcentaje de personas que recibió sextings creció de 15% a 20% en ese periodo y 3% de estas personas dijo reenviar las fotos de desnudos de alguien más, número que se mantuvo intacto, según el estudio de Internet, parejas y tecnología de Pew Research Center.
Pero aunque el sexting no distingue edades o preferencias sexuales, los millennials se han inclinado más por esta práctica. La razón, la inmediatez, la facilidad y lo inherente que resulta la tecnología y las pocas consecuencias para su generación, según dijo el director de psicología de la Universidad de Utah, Donald Strassberg, en entrevista.
A mediados de 2014, una encuesta sobre la frecuencia de sexting realizada por la escuela de psicología de la Universidad de Utah, Estados Unidos, reveló que 20% de 11,000 encuestados (todos entre 18 y 22 años) había practicado sexting en el último año.
“No puedo decir a ciencia cierta cuánto se incrementó el uso de sexting en 2014, pero sin duda ha habido una tendencia creciente en los últimos tres años y es una tendencia que no va a decrecer, pues cada vez hay más aplicaciones que lo fomentan”, dijo Strassberg.
Apps al desnudo
El número de usuarios en apps como Snapchat, KiK y Line incrementó en 2014, y uno de los usos más frecuentes para éstas fue el envío de fotografías de desnudos o semidesnudos, según un reporte de Pew Research Center. En Snapchat, el hecho de que los mensajes se borren 10 segundos después de haberse enviado, es parte de lo que la hace atractiva para hacer sexting.
Apps enfocadas en atraer al sexo opuesto como Tinder, también contribuyen a la tendencia, dijo Strassberg además de otras que se centran en la anonimidad del usuario como Secret y Whisper, lo que también las hace “sexys” para estas actividades.
Para Strassberg, la escasa consideración que los usuarios de Internet tienen sobre las consecuencias de enviar algo a través de la red incrementa la tendencia. Es fácil, es inmediato y en algunas apps, como Snapchat, existe la creencia de que los mensajes se autodestruyen después unos segundos, o bien, que estos son anónimos, como sucede en apps como Secret o Whisper.
“Lo efímero que parecen los mensajes en estas apps o la anonimidad pone una especie de escudo para los usuarios, que en realidad puede ser hackeado y no existe”, dijo el psicólogo.
Strassberg recuerda que en algunos casos de sexting en Estados Unidos, en secundarias o preparatorias, han terminado en suicidios, pues lo que parecía “un momento romántico digital mientras estaban juntos, cuando rompen, es la venganza perfecta y eso es contraproducente”, dijo el experto.
En 2014, 13% de los adolescentes estadounidenses entre 12 y 17 años de edad que realizaron sexting en el último año, aceptaron haber tenido, al menos, un intento de suicidio mientras que el mismo rango de población que no realizó el envío de este tipo de fotos sólo tuvo un índice de intento de suicidio de 3%, según el estudio realizado por Pew Research Center a mediados de 2014.
Estados Unidos, Europa oriental y algunos países de Asia y América Latina es en donde más se ha hecho evidente el sexting, dijo Strassberg así como en algunas comunidades dentro de Estados Unidos.
¿Combatir el sexting?
Para el psicólogo de la Universidad de Utah, esta práctica no tiene miras de decrecer y aunque existe software y apps para bloquear o detectar este tipo de contenido antes de que se envíe, sugiere que una de las pocas formas efectivas de minimizar las consecuencias del sexting es realizando campañas de concientización en escuelas y a través de familias.
“Mientras hacía la encuesta me topé con que a la mayoría de las universidades y preparatorias no les interesa saber si esto sucede entre sus alumnos. Es como evitar saber que pasa para no hacer nada al respecto. Se debe poner más atención en que entiendan las consecuencias de mandar algo a la web”, dijo.