Los bots llegan tan lejos como el lector quiera
Cuando Andrés Sepúlveda confesó a la revista Bloomberg los detalles sobre cómo hackeó diversas elecciones en América Latina, una de las prácticas más reconocidas por los usuarios fue el uso de perfiles automatizados conocidos como bots. De acuerdo con el hacker colombiano , las llamadas “botizas”, formaron parte de la estrategia de campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) durante la campaña de 2012 para inclinar las conversaciones en redes sociales a conveniencia del partido.
Aunque esta práctica genera descontento y puede llegar a manipular el discurso que se lee en redes, no se trata de algo ilegal, por el contrario, desde hace cuatro años, su uso aumentó en diversas esferas y actualmente de 100% del tráfico de Internet en el mundo, 48.5%, es emitido por un bot, según datos del reporte anual de tráfico de bots publicado por la consultora Incapsula al cierre de 2015.
Para Simón Cohen, director general del despacho de consultoría política DC Estrategia, el uso de bots no debería verse como una mala práctica, pues su efecto es más de percepción en el volumen de seguidores que puede proyectar una persona o candidato en redes sociales, pero esto no tiene efectos en la intención de voto de las personas.
“El uso de redes sociales tal vez cambió la percepción de que quien las usaba estaba más organizado y tenía más seguidores, en este caso el PRI, pero de ahí a que haya hecho una diferencia negativa o positiva en números de alcance o intención de voto, no lo creo”, dijo el analista.
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Cohen agregó que si bien aumenta la percepción en el volumen de seguidores, los bots no son capaces de dar replicabilidad a los mensajes, lo que disminuye su impacto.
“Los bots no son relevantes porque no tienen replicabilidad. Las conversaciones se hacen importantes cuando la gente las sigue y comienza a replicar y estos perfiles no tienen más alcance que crear volumen pero no de hacer conversación”, dijo
El uso de bots o compra de granjas de seguidores en redes sociales como Twitter y Facebook, como herramienta de estrategia de comunicación política, al no ser considerados algo ilegales, no representan un argumento para que se dejen de usar; no obstante, Cohen advierte que, en el caso de la campaña del ahora presidente, Enrique Peña Nieto, lo que podría considerarse ilegal con respecto a las declaraciones del hacker colombiano radica en el presunto espionaje y el robo de información de otros candidatos.
“Lo que a mi me llamó la atención es que todo el mundo se indignara de los bots, todo mundo lo hace en este negocio; y creo que el único tema aquí es si hubo robo de información, ahí sí es un delito, el sacar información confidencial de la campaña del otro y el no sabe que la están sacando. Ahí está la verdadera ventaja y el tema ilegal, creo que eso sí afecta”, explicó.
Bots malos v.s. Bots buenos
Phillip Howard, académico de la Universidad de Washington, es uno de los promotores de una tendencia conocida como “política automatizada”, la cual estudia el uso de tecnologías como inteligencia artificial, específicamente, machine learning, dedicada a la automatización de mensajes que pueden ser aplicados a la comunicación política.
Con esta base creó el proyecto politicbots.org en septiembre de 2014 y definió a los bots en controladores y facilitadores. Los primeros son los perfiles falsos o mensajes enviados de forma masiva para acallar, a propósito, movimientos sociales o discursos que incomoden mientras los facilitadores, funcionan como amplificadores de mensajes y para elevar el volumen y posicionamiento en redes de un perfil específico, sin importar la intención.
Si bien las cifras de Incapsula, indican que el uso de bots ha crecido de forma sostenida en los últimos años, actualmente son más los humanos que inician y replican las conversaciones en redes que los bots, aunque entre estos, los bots controladores representan más tráfico.
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Los humanos representan 51.5% del tráfico, seguido de los bots controladores con 29% y los facilitadores con 19.5% del tráfico, según Incapsula.
Ante este panorama, Cohen, sugiere que la mejor forma de combatir a los bots es con un mayor grado de criterio al leer y filtrar la información en redes sociales, pues la tendencia continúa al alza y es responsabilidad del lector discriminar la información.
“Hay que filtrar un poquito más y leer un poco más para tener más puntos de vista. Hay que ser más críticos a nosotros mismos y no solo a la fuente, si molesta, hay que darse a la tarea de leer todos los periódicos y después hacerse una opinión”, dijo el consultor.
El reporte de Incapsula sugiere que más que legislar o prohibir el uso de los mensajes automatizados en campañas políticas, lo ideal, sería elaborar guías de uso para evitar que los algoritmos se conviertan en mecanismos de robo de información o espionaje o ataques dirigidos.
De cara a las próximas elecciones presidenciales en México, en 2018, Cohen proyecta que es probable que se vea una mayor utilización de estrategias digitales de comunicación en todos los partidos; sin embargo, más que esperar delimitaciones en éstas prácticas, espera que sea posible rastrear el gasto que haga cada partido en digital.
“Creo que sí se deben de incluir los gastos de digital en los gastos de campaña. Para que se pueda saber cuánto costó el video o una infografía y que a Facebook y a Twitter les puedas pedir cuentas de cuánto se gastó en la plataforma, pero no deberíamos ni intentar regular Internet”, dijo.