La tecnología también puede ser arte: la apuesta del festival ISMAR
Aunque innovación, tecnología y robótica no sean palabras que solemos asociar con el arte, un grupo de artistas de todo el mundo está trabajando con nuevas tecnologías para hacer obras que interactúen con el espectador como nunca antes.
Desde el manejo de hormigas de colores, hasta obras de arte creadas por inteligencia artificial e impresión 3D, la relación arte-tecnología parece haber alcanzado un punto de no retorno, con los artistas apropiándose de laboratorios tecnológicos para encontrar inspiración.
En este marco, un puñado de obras tecnológicas llegarán a México el próximo 22 de septiembre en el marco del Simposio Internacional de Realidad Mixta y Aumentada, (ISMAR, por sus siglas en inglés), que por primera vez en 15 años se celebra en una ciudad de América Latina, y el proyecto de arte y tecnología ANEMONAL.
“Se trata de una multi-plataforma para enlazar, promover y explorar proyectos híbridos de ciencia, arte y tecnología”, cuenta el curador de la exposición y organizador de ISMAR, Jorge Ramírez en entrevista con Expansión. “Hay actos en vivo, exhibiciones de arte, talleres y conferencias”.
Dado que el arte se inspira en la vida, para algunos artistas ha resultado muy natural empezar a utilizar diversas tendencias para expresar emoción. El tema de esta exhibición es la afectividad, por lo que todas las obras tienen relación con las experiencias corporales.
“En el mundo actual, estamos inmersos en tecnología. Todo el mundo es una especie de cyborg, gracias al poder de los smartphones y el nivel de comunicación que nos permiten las redes sociales”, considera Ramírez. “Para mí es muy natural que haya este híbrido de ciencia, tecnología y arte. Todos somos tecnología de cierta manera”.
Quizás una de las obras que más captura el tema de la afectividad es una película pornográfica grabada con Kinect, el sensor de movimiento de Microsoft. El resultado de los datos obtenidos por el dispositivo son figuras humanas, aunque con ningún contenido para mayores de edad.
“Lo más importante de esta relación entre arte y tecnología es que permite que se llegue más rápido al público general”, concluye el curador y artista. “Hay muchas tecnología que usamos los artistas, pero el público desconoce. Esta es una forma de acercarlos a un nuevo mundo de posibilidades creativas”.
Por el momento, la exposición tendrá espacio únicamente en Mérida, aunque se espera que haga una gira por algunas ciudades del mundo, incluida la Ciudad de México.