La demanda contra los autónomos de Uber es un golpe fuerte al futuro de la firma
Una nueva batalla legal enfrenta Google. En esta ocasión su rival es Uber.
Waymo, firma fabricante de tecnología para coches autónomos y propiedad de Alphabet, empresa matriz de Google, acusó a Otto, compañía adquirida por Uber en 2016, de robar tecnología clave para la conducción de los automóviles que se manejan solos. El caso, asegura un abogado con especialidad en tecnología, sería un golpe duro al futuro de Uber.
A finales de febrero, Waymo reveló una causa legal contra Otto y Uber por apropiación ilegal de secretos comerciales y por infringir en patentes. En una acta entregada a una corte de California, la empresa de Google acusa a Anthony Levandowsky, un ex empleado de Waymo y fundador de Otto, de haber robado 14,000 archivos o poco más de 9 GB de información confidencial sobre la tecnología LiDAR, que es clave en el desarrollo de este tipo de automóviles porque permite, a través de millones de láseres, detectar y medir la cercanía y velocidad de bicicletas, personas y otros automóviles. Básicamente, son los ojos de los coches autónomos que Google comenzó a desarrollar desde 2009.
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“El desenlace de este caso podría terminar de afectar el patrimonio de Otto si es que es encontrado culpable”, señala a Expansión, Juan L. Hernández Conde, abogado y cofundador del despacho especialista en empresas digitales, de tecnología y comercio electrónico Novus Concilium.
De acuerdo con el abogado, al considerarse la ley de secretos industriales, recién promulgada en 2016, como actos de orden civil, una de las implicaciones está en que Waymo podría solicitar al juez que exija a Otto y Uber dejar de utilizar la tecnología de LiDAR.
“Si se comprueba que la tecnología se obtuvo de forma ilegal, procede el hecho de que les prohiban utilizarla y obligaría a Otto a comenzar a desarrollar e investigar tecnología que permita que los coches se conduzcan por sí solos”, agrega Hernández Conde.
El viernes 10 marzo, Waymo hizo llegar una nueva solicitud a un juez para demandar que frene el uso de la tecnología LiDAR que Otto también emplea en sus vehículos.
Para el legista, sería para Uber dar un gran paso atrás en la carrera por la fabricación de coches autónomos que de acuerdo con la consultora Boston Consulting Group, abrirá un mercado de 42,000 millones de dólares para 2025.
PRUEBAS FUERTES
Hernández Conde precisa que si bien es temprano adelantar una victoria de Waymo, esta empresa tiene importantes pruebas para comenzar un juicio en contra de Otto, su fundador y Uber.
“Creo que es complicado determinar si tiene Waymo lo suficiente para ganar, pero con base en los hechos, me parece que Waymo está presentando un caso que tiene por lo menos mérito para llegar a juicio. Está presentando hechos muy interesantes”, explica el fundador del despacho Novus Concilium.
En el acta entregada por Waymo en febrero, explica también tener pruebas sobre un correo, en el que por error se habría adjuntado a integrantes de Waymo, y en el que un proveedor de componentes de su tecnología LiDAR adjunta imágenes de placas de circuitos del proyecto de Otto que “tienen un parecido sorprendente con el diseño altamente confidencial y patentado de Waymo”.
CONSECUENCIAS PARA OTTO Y UBER
Además de obligar a Otto y a Uber a dejar de hacer uso de dicha tecnología, la firma podría también tener que pagar grandes sumas por indemnización y gastos.
“Los daños son altos y se basan conforme a la situación particular del caso. Los jueces tiene alta facultad para precisar esta indemnizaciones dependiendo por ejemplo de qué tanto dinero Uber ganó. Dicen que la adquisición de esta empresa le ayudó a Uber a cerrar rondas de inversión”, explica el abogado.
En agosto pasado, la compañía de Travis Kalanick adquirió a Otto, una empresa fundada apenas cuatro meses antes. (https://blog.ot.to/introducing-otto-the-startup-rethinking-commercial-trucking-cfdc502ef452#.p4m8wrbzm). La última ronda de Uber data de junio de 2016 cuando levantó 3,500 millones de dólares de un fondo saudí. En el mismo periodo, Uber y Volvo acordaron una inversión conjunta de 300 millones de dólares para desarrollar coches autónomos a través de una alianza.
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Por otra parte, Waymo tiene también posibilidad de emprender una causa penal, más allá de que por ahora el caso se trata de una acción civil cuya única consecuencia es asegurar que la información y tecnología supuestamente robada no se propague y el pago de una indemnización
En el caso que los representantes de Waymo opten por la causa penal, Levandowsky, si se encuentra culpable, podría enfrentar una sanción de hasta 15 años, de acuerdo con la Ley de Espionaje Económico, que considera el robo de secretos empresariales como un crimen federal.
Otra de las opciones y la que podría ser más favorable par Uber sería llegar a un acuerdo con Waymo antes de que el juez decida emprender un juicio.
“Es una procedimiento civil y las partes pueden negociar y que termine en una indemnización, aunque lo que sabemos es que Uber tiene muchos ánimos de pelear esto en las cortes”, dice el abogado.
“La competencia en el espacio de la conducción autónoma es buena; empuja a desarrollar tecnología mejor, más segura y más accesible. Pero creemos que la competencia debe de ser impulsada por la innovación en los laboratorios y en los caminos, no a través de acciones ilegales”, señaló Waymo en un documento que compartió en febrero pasado.
“Recientemente, encontramos evidencia que Otto y Uber tomaron y usan partes clave de la tecnología de conducción autónoma de Waymo”, agrega.