La venta de GoPro, un "tal vez" muy real
Nick Woodman, CEO de GoPro, descartó que actualmente la compañía esté llevando un proceso para vender a la empresa como días antes se había mencionado pero señaló que la compañía consideraría la decisión si llega una oferta que les permita crecer.
“La realidad es que si hay una oportunidad de una alianza o una opción de venta de GoPro que pueda ayudarnos a llegar a más clientes y crecer la empresa lo consideraríamos”, refirió Woodman en una rueda de prensa en CES 2018.
El lunes, CNBC informó que ante un panorama gris en el negocio de GoPro, JP Morgan estaba llevando un proceso de análisis para la venta del negocio del fabricante de cámaras de acción.
Ese mismo día, la compañía anticipó a inversionistas que esperan reportar ingresos del cuarto trimestre de 2017 por 340 millones de dólares, una reducción de 37% en relación a los 540 millones de dólares que registró GoPro en el mismo periodo de un año atrás.
La firma que fundó y dirige Woodman ha registrado débiles ventas de sus productos previos a los últimos lanzamientos de cámaras, incluido Karma, el drone con el que la compañía ingresó a la industria de aeronaves no tripuladas en 2016.
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En una misiva a inversionistas, Woodman informó esta semana que la empresa saldría del negocio de drones.
Si bien el Karma se colocó en la segunda posición en el rango de precio en el mercado estadounidense, éste representaba retos en relación al margen de ganancia en una industria, descrita por el directivo como “extremadamente competida”.
UNA MALA ESTRATEGIA
Woodman reconoció que la empresa ha tomada malas decisiones. Una de ellas es la asignación de precios, misma que llevó a que la demanda de cámaras, como la GoPro Hero5 Black, cayera en el último trimestre del año.
“Analizamos la data y nos dimos cuenta que los productos no se estaban vendiendo bien. Cuando comercializas un producto lanzado un año atrás al mismo precio tienes un problema”, refirió Woodman. “Descubrimos que los consumidores se mostraban reacios a comprar la Hero5 Black al mismo precio que cuando se lanzó un año antes”, agregó.
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El producto de estas acciones llevó, además de salirse del negocio de drones, a que la empresa realizara un recorte en septiembre pasado, al pasar de 1,254 empleados a menos de 1,000 para ese mes.
Woodman ajustó también su compensación para 2018 a un dólar.
Con este nuevo enfoque, la empresa prevé reducir 80 millones de dólares los gastos operativos en comparación con los niveles de 2017.
“Creemos que pese a que tenemos poco margen de ganancia con la reducción de los precios seremos rentables nuevamente más adelante este año”, puntualizó Woodman.
