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Una buena idea no siempre significa un buen negocio: impulsor de Lean Startup

Para Bob Dorf, uno de los impulsores de la metodología Lean Startup, la clave no está en el producto sino en el cliente.
mié 21 febrero 2018 11:10 AM
El dilema de las buenas ideas
El dilema de las buenas ideas El 95% de las "buenas ideas" convertidas en negocios fracasan. (Foto: xxmmxx/Getty Images)

Para Bob Dorf, uno de los creadores y expertos en la metodología de emprendimiento Lean Startup, el tener una buena idea no siempre representa que ésta sea un buen negocio.

Dorf señaló que esa idea debe de ser llevada a prueba antes de tratar de convertirla en un negocio.

En un evento realizado por el Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac (IDEA) de la Universidad Anáhuac, el gurú de las startups dijo que es la falta de sustento de las ideas que han llevado a que una gran parte del 95% empresas que fracasan no lleguen a convertirse en negocios rentables.

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“Una buena idea no significa un negocio sino es solo una buena idea. Toma la idea, prueba la idea y transfórmala en un negocio”, señaló Dorf.

El emprendedor de siete empresas e inversionista en 27 dijo que los emprendedores, en lugar de concentrarse en los productos deben de centrar toda su atención en los clientes.

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Para Dorf antes de lanzar un producto o invertir en crear una empresa se debe de validar la idea con la misma opinión de los clientes potenciales a los que apuntaría.

El especialista en startups refirió que para este descubrimiento del cliente, los emprendedores deben de salir y comenzar a escuchar a los posibles clientes.

“Empieza a escuchar los hechos que son aquellas cosas de las que están hablando tus clientes”, dijo Dorf. “Sal del edificio y empieza hablar con el cliente sobre cómo resolverían el problema que tratas de resolver”, agregó.

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El ejecutivo recomendó que los emprendedores se abran a escuchar a decenas de personas que puedan aportar feedback a la idea pues son estos los que marcan en el rumbo para crear, pivotear o dejar una idea de negocio.

“Lo que no puedes hacer es que la idea de un negocio te guíe. Debes de basarte los hechos”, señaló.

Otra de las ventajas de escuchar al cliente y de tenerlo frente a frente es que potencialmente será más fácil acceder a las necesidades que estos tienen y a las debilidades de los negocios.

En México, la metodología impulsada por Dorf ha comenzado a ser replicada por la Universidad Anáhuac dando buenos resultados en una prueba piloto.

De 30 ideas generadas bajo este concepto, al menos la mitad lograron comprometer ventas o recibir financiamiento.

Este modelo será replicado en los 32 estados del país en 2018 informó la Universidad.

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