Lo más destacable del acuerdo es que parece dejar en su puesto a Jack Dorsey, presidente ejecutivo de Twitter, pese a que Elliott -que tiene una participación cercana a los 1,000 millones de dólares en la firma- presionó por su salida.
"La estructura de nuestra presidencia ejecutiva es única, al igual que Jack y esta compañía", dijo el principal director independiente de Twitter, Patrick Pichette, en un comunicado.
Silver Lake invertirá 1,000 millones de dólares en Twitter, un dinero que según la firma será usado para ayudar a financiar un programa de recompra de acciones por valor de 2,000 millones de dólares.
Previamente en el año, Elliott, que es uno de los inversores más activos de la industria con más de 40,000 millones de dólares en activos bajo su gestión, nombró a cuatro directores en la junta de Twitter y estaba presionando para sacar a Dorsey.
Twitter es una de las pocas empresas tecnológicas estadounidenses dirigida, pero no controlada, por uno de sus fundadores. Ha dado a sus accionistas iguales derechos de voto, dejando a Dorsey -que posee solo cerca del 2% de la compañía- vulnerable a un desafío de un inversor activista como Elliott.
Dorsey, de 43 años, es uno de los emprendedores más destacados de Silicon Valley y también dirige Square Inc, una compañía de pagos móviles que cofundó.