Desde que se dio a conocer el virus Covid-19, muchos investigadores se han puesto a trabajar en ver los efectos, los métodos preventivos que son efectivos y una vacuna que lo combata. Con un avance tecnológico mayor al que existía hace algunos años, el apoyo de la Inteligencia Artificial es fundamental.
Esto por dos razones: al existir más información, el procesamiento de datos se vuelve más complicado, ya que los investigadores no pueden estar al día sobre todos los descubrimientos que se están haciendo en el mundo. Además el uso de algoritmos ayuda a que las soluciones se puedan probar mejor, ya que se pueden visualizar escenarios de forma más rápida y certera.
Una de las acciones puntuales que se ha hecho, ha sido en colaboración con Microsoft Research, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos y el Instituto Allen para IA quienes reunieron más de 29,000 documentos relacionados con el Covid-19 para que 13,000 de éstos fueran procesados por computadoras.
Además de este proyecto, la plataforma Kaggle está encargada de ejecutar desafíos en torno al coronavirus, que van desde preguntas sobre factores de riesgo, tratamientos que no involucran drogas, hasta la propiedades genéticas del virus y el desarrollo de vacunas. De acuerdo con The Wire, en este proyecto está involucrada Chan Zuckerberg, iniciativa de responsabilidad social de Mark Zuckerberg, CEO de Facebook y Priscilla Chan, su esposa, así como el Centro de Seguridad y Tecnología de la Universidad de Georgetown.
Sin embargo, a pesar de la existencia de esfuerzos en torno al desarrollo de soluciones, la búsqueda de aplicaciones de IA en este tipo de proyectos también reveló que muchas de las instituciones especializadas en salud, aún tienen un rezago técnico y problemas de financiamiento.
John Brownstein, experto en bioinformática de la salud en la Facultad de Medicina de Harvard, dijo a The Wire que programas como Predict, que está enfocado en predecir pandemias, ya no tenían recursos para seguir, por lo que este momento es un área de oportunidad para que los laboratorios, gobiernos y empresas volteen a ver lo que se puede hacer y redefinan los presupuestos.
Además de este tipo de proyectos de IA, otro de los usos que se ha generado en estas últimas semanas tiene que ver con el control de publicaciones que hay en redes sociales, pues el tráfico de contenido en torno al coronavirus ha crecido y por ende la desinformación y la incitación al pánico.
Facebook, Twitter, LinkedIn, YouTube, Instagram, Reditt y hasta WhatsApp se han sumado al uso de IA para evitar que este tipo de información se difunda y llegue a poblaciones vulnerables.
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