EU anuncia equipo especializado para combatir usos ilegales de las criptomonedas

El equipo incluirá una mezcla de expertos en ciberseguridad y antiblanqueo, pues el gobierno ha detectado que los cibercriminales que atacan a empresas, por medio de ransomware, suelen cobrar por los rescates de información en criptomonedas y después utilizan una mezcla de servicios para aceptar y transferir estos pagos, lo que contribuye a ocultarlos de las autoridades.

De acuerdo con el fiscal general adjunto, Kenneth Polite, el nuevo equipo se centrará en ocho objetivos principales: investigar y procesar los casos de criptodivisas para combatir su uso como herramienta ilícita; desarrollar prioridades estratégicas para las investigaciones y relacionados a las monedas.

También busca identificar las áreas más relevantes para la investigación y el enjuiciamiento, como los blanqueadores de dinero profesional, los esquemas de ransomware, el tráfico de personas y el narcotráfico; pretende construir y mejorar las relaciones con los fiscales de todo el país y los fiscales centrados en criptodivisas.

En este sentido también desarrollará y mantendrá relaciones con organismos policiales federales, estatales, locales e internacionales que investigan casos de criptodivisas; formarán y asesorarán a los fiscales federales y a los organismos encargados de hacer cumplir la ley en el desarrollo de estrategias de investigación y enjuiciamiento.

Asimismo, el equipo va a apoyar la coordinación y el intercambio de información y pruebas para maximizar la eficacia de las investigaciones; y va a colaborar para establecer relaciones con actores privados con experiencia para promover la aplicación de la ley.

Los funcionarios también anunciaron la creación de una iniciativa para demandar a contratistas del gobierno y otras empresas que reciben dinero federal si no informan sobre las vulneraciones sufridas en sus sistemas cibernéticos.

¿Por qué más regulación hacia las criptomonedas?

Esta propuesta se enmarca en un momento en que los ciberataques en contra de empresas estadounidenses se ha hecho más común y ha dejado ejemplos claros como el hackeo al proveedor de servicios Kaseya o al gasoducto Colonial Pipelines, que provocó una escasez de gas localizada en la costa este del país.

“Durante demasiado tiempo, las empresas han optado por el silencio bajo la creencia errónea de que es menos riesgoso ocultar una intrusión que presentarla y reportarla. Pues bien, eso cambia hoy”, puntualizó Monaco, quien reiteró la necesidad de una mejor participación del sector privado en el tema

La iniciativa también hace hincapié en que los ciberataques no sólo son perjudiciales para una empresa, sino también para la ciudadanía en general. “Cuando aquellos a quienes se les confían dólares del gobierno, así como sistemas gubernamentales delicados, no cumplan con los estándares de ciberseguridad requeridos, vamos a perseguir ese comportamiento y aplicar multas considerables”, concluyó.