Terminó la edición de este año del Consumer Electronics Show, el más importante en nuestro continente relacionado a electrónica de consumo, es decir, gadgets y aparatos electrónicos que nos alegran la vida y, por lo menos en teoría, también nos la hacen más fácil. Como en años anteriores, vimos muchas televisiones nuevas, sobre todo más grandes; nuevas laptops basadas en las ultimas generaciones de procesadores de Intel, AMD y ahora, Qualcomm; vimos robots para la casa, para la industria y hasta para el espacio exterior; conocimos la consolidación de diferentes marcas para unificar los elementos de casa inteligente y hacer su uso más eficiente y en casi todos los casos, las empresas participantes en este evento hicieron algún tipo de mención o referencia a la sustentabilidad.
Menos gadgets y más sustentabilidad, esto trajo el CES 2022
Si bien en el CES abundan los prototipos y conceptos futuristas, este año las empresas nos dejaron en claro su compromiso y constante trabajo para hacer de la sustentabilidad algo real en la industria: ya no se trata de un discurso en el que le achacan al consumidor la responsabilidad de reciclar los dispositivos, por ejemplo, sino que anuncian sus programas, previos y actualizados, en los que incluyen sus procesos de manufactura, su huella de carbono y en general, el impacto que tienen sus productos en el ambiente, tomando esa responsabilidad y haciéndola compartida.
Panasonic, por ejemplo, anunció su iniciativa ambiental “Panasonic Green Impact”, que busca devolver al mundo la promesa de una vida próspera, a como la pensó inicialmente su fundador. A partir de la reflexión que hizo la compañía, en la que descubrió que su operación genera, anualmente, 2.2 millones de toneladas de CO2, buscan llegar a cero emisiones para el año 2030.
Samsung se ha propuesto trabajar en el ciclo de vida de sus productos para lograr reducir sus emisiones de carbono, usando más materiales reciclados -su objetivo es aumentarlo en hasta 30 veces- y usando a partir de este año su empaque ecológico en todos sus productos de manera global. También buscan que sus aparatos electrónicos dejen de consumir energía cuando están en modo de espera (standby o apagados) a más tardar para el año 2025.
La división de televisiones de Sony ha creado, desde 2010, un plástico con alta tasa de reciclaje, llamado Sorplas, que usa en su proceso de fabricación exitosamente para disminuir su impacto medioambiental, y es pieza clave de su progama “2025: El Camino a cero Emisiones”, que presentaron este año.
LG, que presume que sus televisiones OLED contienen menos plástico que una TV convencional, tiene un pograma de sustentabilidad desde el 2006 en el que incluyen el uso de materiales sustentables y el ahorro de energía de sus productos de hogar.
Lenovo anunció la extensión de su servicio "Lenovo CO2 Offset", anteriormente sólo disponible en dispositivos comerciales, a sus clientes individuales, ofreciéndoles una forma sencilla y transparente de compensar las emisiones de carbono y ayudar al medio ambiente con sólo pulsar un botón.
La lista de anuncios relacionados con la sustentabilidad, es, afortunadamente, amplia. Muchas marcas, grandes y pequeñas, se sumaron a este tipo de iniciativas, quizás hasta con un cierto sentido o grado de urgencia, más allá de que sea una tendencia mundial reciente. Sólo queda esperar que su manejo no quede en manos de los departamentos de mercadotecnia.
