Barcelona, España. Operadores móviles, empresas desarrolladoras de tecnología y expertos en telecomunicaciones esperaron dos años para tener un Mobile World Congress concurrido. Este 28 de febrero, el evento llegó y con él una derrama económica aproximada de 240 millones de euros a la ciudad que lo recibe: Barcelona.
Además se esperan 60,000 visitantes es decir poco menos de la mitad de la última edición presencial, que sucedió en 2019 y donde se reunieron 110,000 personas. Ahora el reto de las empresas no sólo es conectar más al mundo, sino también intentar decir que estamos en una nueva normalidad, donde los badges dejaron de ser de cartón y pasaron directamente al smartphone, y donde cada booth tendrá una lista de invitados seleccionados.
Dentro de las calles de Barcelona, poco a poco se empiezan a ver más turistas y en los hoteles la ocupación es principalmente de asistentes al Mobile World Congress, sin embargo, poco antes de arrancar, una noticia provocó el temor de una nueva cancelación: la invasión de Rusia a Ucrania, misma que generó la decisión de la GSMA de cancelar el pabellón originario de este país europeo.
“La GSMA condena enérgicamente la invasión rusa de Ucrania. La situación avanza rápidamente y entendemos que varios gobiernos están considerando sanciones más amplias contra Rusia. A la luz de esta situación emergente y considerando la trágica pérdida de vidas, el evento parece irrelevante dadas las circunstancias, pero el MWC es un evento unificador con la visión de convocar al ecosistema móvil para progresar en formas y medios en los que la conectividad puede garantizar que las personas, la industria y la sociedad prosperen”, indicó el organismo en un comunicado, donde reiteró que la seguridad del evento se revisará y ajustará, a medida que surja la información.
John Hoffman, CEO de la GSMA, además ha afirmado que de las 20 empresas rusas participantes en el MWC, aquellas vetadas por Estados Unidos no van a poder participar. "Nosotros lo que vamos a hacer es seguir la lista de empresas sancionadas por el gobierno de EU. Al resto de empresas rusas que no están incluidas en este listado les instamos a que hagan lo correcto, y eso podría significar quedarse en casa", declaró Hoffman.