Ya no son suficientes los dulces. Neon, la plataforma de coleccionismo de arte digital basada en la blockchain de Solana, inauguró el día de ayer la primera máquina expendedora de tokens no fungibles (NFT, por sus siglas en inglés) en la ciudad de Nueva York. Esto con el fin de que las obras de arte en línea sean tan fáciles de conseguir como una barra de chocolate.
Pero esta máquina tiene truco. La verdadera emoción es el no saber qué pieza de arte digital te tocará. Según el director ejecutivo de Neon, Kyle Zapitell, el público objetivo "son los curiosos de las criptomonedas, las personas que intentaron comprar criptomonedas o que estaban interesadas en comprar un NFT, pero se toparon con demasiadas barreras", mencionó en una entrevista con Reuters.
La máquina se encuentra ubicada en el distrito financiero de Bajo Manhattan, con un letrero en el exterior que dice “NFT ATM”. Su aspecto no se diferencia notablemente al de una máquina expendedora tradicional; sólamente ofrece pequeñas cajetillas, similares a las de los cigarros, con papeles que incluyen códigos QR, listos para ser escaneados por cualquier dispositivo móvil, laptop o tableta, donde viene la obra de arte.