La fundadora de Theranos, Elizabeth Holmes , quien inicialmente enfrentó los mismos cargos, fue condenada por tres cargos de fraude y un cargo de conspiración en un juicio separado en enero, sin embargo, hasta septiembre se definirá su sentencia.
Desde el inicio del proceso en contra de Holmes, ella y su defensa dejaron claro que no trabajó sola en la maraña de engaños sobre Theranos, una empresa que pretendía iniciar una revolución en la salud preventiva bajo la promesa de detectar enfermedades como el cáncer o la diabetes con tan sólo unas cuantas gotas de sangre.
La empresa fue valorada en 9,000 millones de dólares gracias a las inversiones que distintos empresarios hicieron. Sin embargo, en 2015 se descubrió que su producto era un engaño y durante el juicio, Holmes señaló a Balwani de abuso y control coercitivo, algo que él ha negado.
"Nos complace el arduo trabajo del jurado y la atención a la evidencia presentada", dijo Hinds en un comunicado. "Apreciamos el veredicto y esperamos con ansias los procedimientos de sentencia".
El abogado de Balwani, Jeffrey Coopersmith, dijo que la defensa estaba "obviamente decepcionada con los veredictos" y consideraría todas las opciones, incluida una apelación.
Balwani y Holmes fueron acusados en 2018 de mentir a los inversores sobre las finanzas de la empresa y la capacidad de sus máquinas para ejecutar una amplia gama de pruebas con unas pocas gotas de sangre. Los fiscales también acusaron a la pareja de engañar a los pacientes sobre la precisión de las pruebas.
Los inversionistas de Theranos se sintieron atraídos por Holmes, con su voz profunda y autoritaria, su cuello alto negro al estilo de Steve Jobs y su promesa de revolucionar la industria de las pruebas de laboratorio mediante la creación de máquinas portátiles que podrían ejecutar una amplia gama de pruebas.
La compañía promocionó el trabajo con fabricantes de medicamentos, farmacias y el ejército estadounidense y recibió inversiones del magnate de los medios Rupert Murdoch.
Theranos colapsó después de que el Wall Street Journal publicara una serie de artículos, a partir de 2015, que sugerían que sus dispositivos eran defectuosos e inexactos.
En el juicio, Holmes tomó la decisión un tanto inusual de testificar en su propia defensa y negó haber mentido a los inversionistas. Ella ha argumentado que la evidencia era insuficiente para respaldar el veredicto.
