El ChatGPT descifra el discurso de la Fed y predice movimientos de las acciones

“Usamos ChatGPT para indicar si un titular determinado es una noticia buena, mala o irrelevante para los precios de las acciones de las empresas. Luego calculamos un puntaje numérico y documentamos una correlación positiva entre estos ‘puntajes de ChatGPT’ y los rendimientos diarios subsiguientes del mercado de valores”, señala el artículo.

Eso no es todo, según este estudio , el chatbot superó los métodos tradicionales de análisis de este tipo. Además, la última versión del ChatGPT supera a lenguajes anteriores, que fueron probados con la misma finalidad.

Un ejemplo de su utilidad. Se le pidió al chat interpretar el siguiente titular: “Rimini Street multado con 630,000 dólares en un caso contra Oracle”. La respuesta fue que esto era positivo para Oracle porque la sanción “podría potencialmente aumentar la confianza de los inversores en la capacidad de Oracle para proteger su capacidad intelectual y aumentar la demanda de sus productos y servicios”.

Los más recientes avances en inteligencia artificial generativa indican que hay “habilidades emergentes” -no planeadas o previstas en su desarrollo- y el análisis financiero de este tipo es una de ellas.

El autor, sin embargo, advierte que todavía hay imperfección en el ChatGPT y que está todavía lejos de realizar cálculos específicos, establecer precios objetivo de las acciones, entre otras habilidades.

Hawkish o dovish, ChatGPT lo descifra

Pero no todo se reduce a titulares de noticias. Un segundo estudio, realizado por dos investigadoras de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), probó la capacidad del ChatGPT para descifrar un discurso de política monetaria (Fedspeak).

Los resultados mostraron que el chatbot puede interpretar el Fedspeak con una habilidad similar a la de un analista profesional. Y, de este modo, puede interpretar que el tono de la comunicación de política monetaria augura una postura dovish (política monetaria expansiva) o hawkish (política monetaria restrictiva).

Las investigadoras usaron la versión de ChatGPT-3 y esperan que la siguiente versión sea más refinada, pero advierte que no es infalible.

“Si bien es posible que los modelos GPT no puedan reemplazar completamente a los evaluadores humanos, pueden servir como una herramienta valiosa para ayudar a los investigadores y analistas en este dominio”, concluyen en el artículo , Anne Lundgaard Hansen y Sofía Kazinnik.