El primero de junio, la Asociación Nacional de Trastornos de la Alimentación (NEDA, por sus siglas en inglés) cerrará su línea de ayuda telefónica, despidiendo a su pequeño personal y a cientos de voluntarios. En su lugar, brindará el apoyo a través de “Tessa”, un chatbot.
Cerca de 70,000 personas utilizaron la línea telefónica de ayuda el año pasado y los números se han duplicado a raíz del covid-19. Por ello, la Unión de trabajadores se pronunció al respecto y dijo en una entrevista a NPR: “Un chatbot no sustituye la empatía humana y creemos que esta decisión causará un daño irreparable a la comunidad de trastornos alimentarios”.
De acuerdo con Lauren Smolar, vicepresidenta de NEDA, la decisión se tomó por el número creciente de llamadas y debido a que el personal, mayoritariamente voluntario, creaba más responsabilidad legal para la organización y aumentaban los tiempos de espera para las personas que necesitaban ayuda.
“Nuestros voluntarios son voluntarios. No son profesionales y no tienen un entrenamiento de contención de crisis. Y no podemos aceptar ese tipo de responsabilidad. Verdaderamente necesitamos que estén en donde sean más apropiados sus servicios”, compartió Smolar.