“No necesitas ese producto de Amazon”, dice una chica en un video de TikTok subido por el perfil @LiveKindly. En él, la pantalla está dividida en dos: por un lado se ven unas manos que desempacan cajas de plástico transparentes en forma de envases de leche para rellenarlas con más líquidos y por el otro, el rostro de la joven resaltando las razones del porqué no es necesario adquirir el producto. Esta tendencia se llama #deinfluencing.
‘Deinfluencing’: la tendencia que te hace pensar dos veces antes de comprar
@livekindly #duet with @farahswayyy deinfluencing you from Amazon products part 1 #restock #amazonfinds #sustainability #plasticfree #zerowaste #deinfluencing #home ♬ Aesthetic - Tollan Kim
¿Qué es el deinfluencing?
Como su nombre en inglés lo indica, el propósito de esta tendencia es “desinfluenciar”; es decir, desincentivar la compra de ciertos productos o servicios.
De acuerdo con la doctora Alin Moreno, coordinadora de la maestría de marketing y publicidad de la Universidad Iberoamericana, lo que ocurre es que los creadores de contenido comienzan a desacreditar a los influencers porque “empieza la tendencia de ya no creerles”.
“Le dicen al consumidor que no compre productos excesivos, muy caros, productos que no necesitan y les ponen la liga de otros proveedores o productos mucho más económicos o sugieren otras alternativas”, dice Moreno.
A julio de 2023 el hashtag #deinfluencing contaba con más de 700,000 reproducciones, siendo las personas de entre 18 a 24 años de Canadá, Islandia y Australia los principales interesados en esta tendencia, de acuerdo con datos de TikTok.
Pero aunque esta tendencia está ganando terreno en TikTok, no es del todo nueva. Algo muy similar ocurrió hace una década en YouTube, con los videos de “Anti Haul”.
Kimberly Clark , también conocida como Chris Giarmo, es una drag queen que se autodefine como “anti-consumista” y publicó su primer "anti-haul" en noviembre de 2015. Desde entonces fue una de las personas que inició la tendencia en YouTube, donde habla sobre los productos de maquillaje que no va a comprar.
En una entrevista con la revista Allure , Clark dijo que tuvo la idea para esta serie de videos después de tener una "experiencia trascendental" viendo reseñas sobre paletas de maquillaje de temporada. Descubrió que ya no sentía la necesidad de comprar tanto como antes, cuando se emocionaba por la idea de gastar grandes sumas de dinero en los nuevos productos de maquillaje que se lanzaban al mercado.
El riesgo del deinfluencing para las marcas
En la publicidad existe el precepto de “toda publicidad es buena”, aunque se hable mal de un producto, Moreno comparte que hay tres principales riesgos a los que se enfrentan las marcas.
La primera es acabar en una viralidad negativa que puede dar una mala imagen a la marca. La segunda, que los consumidores efectivamente dejen de comprar los productos o cambiarlos por la competencia. Y la tercera, poner el foco para que otras instancias, como la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) hagan un mayor análisis y más riguroso sobre el producto.
Especialmente porque la Generación Z, que pasa más de cuatro horas al día consumiendo redes sociales de acuerdo con la consultora Morning Consult, las utiliza para tomar decisiones de compra y tanto el medio ambiente como la responsabilidad social son dos principales temas que más les preocupan.
Por otro lado, de acuerdo con la especialista de la Universidad Iberoamericana, la categoría más afectada por el deinfluencing es la de maquillaje y cuidado personal. Esto se puede contrastar con datos de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO), donde en su estudio de e-commerce 2023 revelaron que “belleza y cuidado personal” es la séptima categoría más comprada.
Un deinfluencing responsable
"El de influencing te lleva a pensar dos veces y no comprar impulsivamente. Y eso es bueno” comparte Moreno. Explica que esta es una tendencia que aumentó a raíz de la pandemia, pues muchos creadores de contenido comenzaron a hacer sugerencias sobre cómo aprovechar mejor los productos que ya se tienen en casa.
Sin embargo, también sugiere que no se trata solamente de “desacreditar un producto o servicio solo porque sí” y que hay maneras de hacerlo más responsable e informativo para los consumidores.
Moreno sugiere que lo principal es tener conocimiento sobre la marca y el producto y brindar a los consumidores argumentos sólidos del por qué no deben de adquirir el producto o servicio. Esto se puede hacer por medio de datos duros, estudios científicos u otra información concreta del por qué no es la mejor opción para el consumidor.
También sugiere hacer comparaciones de productos, pues es algo que los consumidores valoran cada vez más. Lo importante es no desacreditar sin argumentos sólidos y beneficiar al consumidor.