El Dorado: un espacio para crear innovación y propiedad intelectual
La sinergia entre academia, industria privada y gobierno ha resultado en territorios como Corea del Sur en un amplio desarrollo de tecnología, ¿qué pasa en América Latina?
A poco más de dos horas de Sao Paulo está Campiñas, una ciudad brasileña que se ha convertido en el Silicon Valley de este país, y donde se ha logrado reunir a empresas de tecnología, universidades que están avocadas a la educación tecnológica, centros de trabajo e investigación sobre innovación. Es aquí donde se encuentra El Dorado, un centro de investigaciones que trabaja de la mano con universidades y empresas.
Roberto Sobbol, director de El Dorado, señaló que una de las formas de sortear el tsunami tecnológico es con investigación, por ello la necesidad de reunir academia con empresas.
“Estamos muy enfocados en el desarrollo de microeléctrónica e industria móvil pero no sólo tenemos soluciones para empresas de tecnología, también hemos hecho alianzas con compañías de Oil&Gas, de salud o manufactura”, precisó en un encuentro con medios latinoaméricanos.
Una de las líneas de acción del laboratorio es la capacitación, además de contar con laboratorios para hacer pruebas, certificación de productos, consultoría e innovación y soluciones en hardware y software.
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Un recorrido por los laboratorios de El Dorado
Dentro del recorrido que hizo Expansión en este espacio se pudo ver el por qué el instituto tiene una alianza con Lenovo y Motorola desde hace 24 años, pues algunas de las pruebas que hacen se desarrollan en el laboratorio de 5G o el de fotografía.
Por poner un ejemplo de las pruebas que se pueden hacer en este espacio, el laboratorio de telecomunicaciones que tiene 10 años de existencia, ha logrado tener una inversión de 15 millones de dólares y ha hecho pruebas en unos 38 productos.
(Cortesía Motorla // Guilherme Farias)
Cuenta con un equipo especializado para hacer pruebas de la red y de la batería de los equipos. Pero no sólo trabajan con fabricantes, también lo hacen con carriers de todo el mundo donde las pruebas pueden llegar a durar hasta 72 semanas y donde se busca verificar que los dispositivos que estén por salir al mercado tengan una óptima respuesta a las redes de radiofrecuencia a las que están expuestos.
“Muchas de las pruebas e innovaciones que se hacen en este laboratorio en dos o tres años podrán verse en el mercado, por lo que no sólo hacemos pruebas a equipos ya desarrollados, si no también en prototipos que estén por fabricarse”, precisó Sobbol.
Uno de los laboratorios más completos es el de fotografía, donde se evalúa el desempeño de teléfonos con distintas pruebas de luz, textura y colores. Conformado por fotógrafos profesionales en El Dorado es posible poner a prueba equipos para los usos más comunes de los usuarios: redes sociales, fotografía para publicidad, fotografías macro o de gastronomía.
Con varios espacios, luces, telas y objetos, es posible verificar si la cámara de un teléfono está bien calibrada o no. Además cuentan con alianzas con empresas como Google, donde no solo ayudan en pruebas de este tipo, sino también en la optimización de los algoritmos que llegarán posteriormente al mercado masivo.
El laboratorio de audio también es uno de los más usados por la industria tecnológica y en él se pueden hacer pruebas de sonido que van desde ver cómo suenan las teclas de una computadora, hasta poder hacer evaluaciones de cancelación de sonido de los dispositivos.
Entrar en estos laboratorios es conocer un poco más sobre el proceso de desarrollo que tienen dispositivos que saldrán al mercado en los siguientes meses, y es posible atestiguar que decenas de especialistas en distintas áreas se involucran en los procesos de diseño de estos nuevos productos.
Campinas, un tech hub de Brasil
Cabe decir que Campinas se ha hecho conocida como el Silicon Valley de Brasil, porque resguarda a 32 de las 500 empresas de TI más grandes del mundo, según datos del El Dorado.
La región reúne 15 centros de I+D, 18 instituciones de educación superior y cinco parques tecnológicos. En los últimos dos años, los planes para convertirla en una ciudad del futuro inteligente fueron reactivados por el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación.
La ciudad también cuenta con un acelerador para startups, que premia la innovación y brinda capacitación gratuita a los gerentes en materia de innovación. El marco legal fue modernizado y hoy la ciudad ofrece incentivos fiscales para nuevas empresas, así como para compañías establecidas.
Esto empezó en 1970, cuando la región de Campinas tenía pocas industrias y tenía una economía basada en la agricultura. Pero ahora, según palabras del propio Sobbol, “se requiere que gobierno, industria y academia hagan innovación no sólo para el campo tecnológico sino para impulsar la actividad económica de las empresas que se desarrollen aquí”.
