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Hyandi: la red social indígena que busca preservar el ​​otomí

Mayn Cruz, el creador de la red social, quiere que no solo sea una app en hñähñu, sino que se extienda a más lenguas indígenas.
jue 23 noviembre 2023 09:53 AM
Hyandi: la red social indígena que busca preservar el ​​otomí

Mayn Cruz Muthe es bilingüe: habla español y ​​hñähñu (otomí). Aunque en su casa ordinariamente se hablaba castellano, aprendió la lengua indígena por inercia, pues creció en el Valle del Mezquital en un pueblo llamado Cardonal, Hidalgo, donde sus abuelos y amigos siempre hablaban ese antiguo idioma. Para él, el hñähñu siempre fue una lengua natural.

Pero fue con la llegada de Facebook cuando se enfrentó a un problema: en los grupos de la comunidad la gente no podía escribir en su lengua. Esto porque en hñähñu existen nueve variantes y todas cuentan con vocales y variaciones ortográficas que no existen en castellano. Por ejemplo, tienen nueve vocales en lugar de las cinco con las que cuenta el español, y entre ellas se encuentran ā,a, e, ē, i, o, ō, u, ū (con un "subrayado" abajo).

“Me sorprendió darme cuenta que existían muchísimos hablantes del hñähñu que estaban buscando la manera de aprender y comunicarse en su lengua. Especialmente los migrantes radicados en Estados Unidos, que querían mandar una felicitación a sus familiares y no tenían las herramientas para hacerlo”, cuenta Mayn. Tener que buscar las letras es un proceso muy largo, o tenían que cambiar su escritura y adaptarla a la tecnología para que fuera comprensible.

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Por eso, durante la pandemia, se preguntó: “¿qué pasaría si tuviéramos nuestro propio espacio con identidad lingüística? una red social, un canal propio”.

Él tenía las herramientas para crearlo. Había estudiado diseño gráfico, aprendió programación y también es intérprete certificado de lenguas indígenas. Fue así como conformó a un colectivo de ocho personas para crear Hyandi: una red social en lengua hñähñu.

Hyandi: la red social que ‘mira’ a los pueblos indígenas de México

En hñähñu no existe la palabra “red social”. Mayn tuvo que inventarla. Es Hmunts'ä Mfädjä'i , y una interpretación del concepto es “grupo de reconocimiento de personas”.

Pero, aunque los grupos de Facebook fueron los que detonaron la idea de Mayn, en realidad no busca hacer una traducción literal de la red social estadounidense, sino una interpretación adaptada.

Hyandi es un juego de palabras que significa “mira”, “mirada”, “observar”. Pero, incluso escribir esta palabra en el buscador de Google o en documentos de Word es un problema, pues si tienes el corrector automático, inmediatamente la cambia por la marca japonesa de autos “Hyundai”.

La característica principal de esta red social es que la interfaz está totalmente desarrollada en lengua hñähñu con secciones como “¿TE XA NJA?” (¿Qué ha pasado?), “GÄ ÑÄHU” (Hablémos), “¿TO’O Y’OGUA?” (¿Quién está aquí?), que permiten utilizar expresiones y sobre todo, los caracteres propios de la lengua nacional otomí/hñähñu.

“Estoy tomando elementos que se usaban en Hi5, MySpace (...) pero en el caso de Hyandi, además de estas secciones y otras como videos, también queremos incorporar ‘el diccionario colaborativo’, en el que los usuarios puedan enriquecerlo con las palabras que conocen”, explica Mayn.

La red social se encuentra en desarrollo y para un grupo de personas limitado. “Seguimos buscando financiamiento para darle continuidad y desarrollo a la programación”, explica Mayn.

Su más grande ambición es que Hyandi no solo sea una red social en hñähñu, sino que incluya todas las 68 lenguas indígenas de México, pues este país es uno de los 10 más ricos en diversidad lingüística. Si quieres seguir y apoyar el proyecto, puedes encontrarlo aquí.

La resistencia de las lenguas en la red

“En el contexto actual, hablar una lengua indígena implica resistir”, escribió Yásnaya Aguilar, la lingüista, escritora, traductora y activista de derechos lingüísticos.

En su texto “La censura de Babel”, Yásnaya cuenta que uno de los aspectos más crueles sobre la discriminación hacia los hablantes de lenguas distintas es la negación de su existencia. “Así como durante mucho tiempo la diversidad de las culturas indígenas del país se diluyó bajo la etiqueta de ‘campesino’, así la diversidad lingüística se ha ocultado bajo la categoría ‘dialecto"'.

La lingüista defiende que para la construcción de una sociedad multilingüe, vencer la censura sobre diferentes lenguas es un primer paso fundamental y necesario. Hyandi no es el primer esfuerzo que se hace e, incluso, tanto en la App Store como en la Play Store se pueden encontrar aplicaciones como:

  • Mazahua App : para aprender formas básicas de la lengua mazahua.
  • MixtecApp : Una app con la finalidad de enseñar la escritura y pronunciación de palabras básicas de la lengua mixteca hablada en el municipio de Chigmecatitlán, Puebla.
  • OtomíApp : Este es un diccionario que enseña la presentación, animales, números, colores, cuerpo, entorno, frutas y verduras, relacionados con el contexto otomí
  • Aprende Náhuatl : una app desarrollada por el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) y la Oficina de la Unesco en México para impulsar la difusión del náhuatl.
  • Miyotl , para aprender numerosas lenguas como Náhuatl, Zapoteco, Mixteco, Tzotzil, Tzeltal, Maya, Chinanteco, Mazateco, Mazahua, Mixe, Totonaco, Chocolteco, Otomí o Hñähñu.

Las mismas tecnológicas como Google y Facebook también cuentan con iniciativas para preservar, fomentar y difundir las lenguas indígenas. Por ejemplo, en su traductor, Google ha implementado más de 22 lenguas indígenas, como el quechua y el guaraní y, en el caso de Facebook, han realizado iniciativas como una interfaz en Inuktitut, una lengua oficial en Nunavut y en los territorios del noroeste.

Otra iniciativa exitosa es la colaboración de Motorola con Lenovo para integrar las lenguas indígenas en las interfaces de teléfonos inteligentes. Idiomas como el kaingang de Brasil, el nheengatu del Amazonas y el cherokee de Estados Unidos se encuentran ahora entre los 80 idiomas disponibles en los teléfonos inteligentes Motorola.

Sin embargo, la consultora de proyectos Angélica Lujano escribió que aunque estos esfuerzos tienen muchas ventajas, la incorporación de estas lenguas se limitan a las de mayor población hablante, que, pensándolo en términos económicos, le resulta redituables a las empresas y deja de lado a las lenguas originarias que están en peligro de desaparecer.

En los contextos locales, donde se hablan estas lenguas indígenas, otro tema importante es la brecha digital y de acceso, ya que en estas comunidades apenas es posible tener señal de telefonía y la infraestructura para el acceso a internet en no es un negocio rentable para las grandes compañías, siendo, en algunos casos, la radio su único medio de comunicación. Por lo tanto, estas aplicaciones solo son funcionales donde la población tiene acceso a internet.

La UNESCO dio una serie de recomendaciones para expandir la plurilingualidad en internet: proporcionar software bilingüe para los desarrolladores.

“Desafortunadamente, la lengua es lo poco que tenemos como identidad”, dice Mayn. Por ello, posicionar su lengua en internet es una manera de preservar no solo una lengua, sino una herencia milenaria. “Asumo que nosotros tenemos una herencia de sangre guerrera. Vivir en el valle del mezquital era sobrevivir en un valle inhóspito”, concluyó. Ahora, la lucha extendió su territorio: sobrevivir en internet.

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