Cuando Chío era una niña su abuela le enseñó que cuando se siembra en el campo, se ponen tres semillas: una para los animales de la tierra, otra para los animales del cielo y la tercera para los humanos. Fueron esas enseñanzas sobre la comunidad y el respeto a la vida las que muchos años después le dieron fuerzas para huir de la violencia física que vivía en casa y crear Mujeres de la Tierra.
Mujeres de la Tierra es una colectiva conformada por seis mujeres: Griselda, Leticia, Chío, Alma, Juanita y Lupita, y se dedican a cosechar y nixtamalizar el maíz para después vender tlacoyos, gorditas, tortillas y tamales. Pero las ventas eran muy pocas hasta que Chío encontró una plataforma para mostrar su trabajo: Instagram.
Creó @mujer_esdelatierra , un perfil que no solo busca ser un canal para que la gente pueda hacer los pedidos. También, un espacio de difusión sobre sus saberes de la tierra, su lucha por reivindicar el papel de las mujeres indígenas y la soberanía alimentaria. “Pero no solo buscamos la autonomía económica”, dice Chío. Adicionalmente, buscan crear lazos afectivos con la comunidad que les compra.
Los pedidos se hacen por docena con tres días de anticipación a través de Instagram o Whatsapp y las mujeres entregan la comida caliente, recién preparada, en el metro más cercano de la Ciudad de México.