“Si votan por mí, concierto de Morat gratis!!”, parece prometer el perfil del candidato a Movimiento Ciudadano, Jorge Álvarez Máynez, en una publicación del 17 de abril que alcanzó 2,062 interacciones. Sin embargo, esta publicación no fue real y no fueron las plataformas ni los medios de comunicación tradicionales las que lograron desmentir esto; sino un proyecto académico: el Observatorio de Medios Digitales, que logró identificar esta publicación.
Todos los usuarios de internet son capaces de verificar información
“Cada vez se vuelve más relevante que más personas sepan identificar las noticias falsas”, dice Maricarmen Fernández, profesora del Tecnológico de Monterrey e investigadora del Observatorio Digital de Medios. Este Observatorio es un proyecto interdisciplinar del Tecnológico de Monterrey que busca identificar, monitorear y evidenciar la desinformación.
Las noticias falsas cada vez van más en aumento y, de acuerdo con u na encuesta de la Organización de las Naciones Unidas para la educación, ciencia y cultura (UNESCO) , 87% de la población mundial que tendrá elecciones en 2024 considera que las noticias falsas puede afectar los resultados.
En el caso de México, existen medios como Verificado, el Sabueso y agencias de noticias como AFP que se dedican a verificar la información y combatir la desinformación. Incluso, tanto AFP como el Sabueso trabajan en colaboración plataformas como TikTok para ayudar a calificar el contenido y recomendar si debe de ser eliminado o no por ser contenido falso.
Sin embargo, la profesora considera que los esfuerzos por combatir la desinformación aún son escasos. “Las narrativas más atractivas son las más virales, y son las que suelen manipular la información y por eso tienen mucho éxito”.
Todos los usuarios de internet deberían aprender a identificar noticias falsas
Una de las publicaciones más virales, desde el inicio de la contienda electoral, fue que la candidata Claudia Sheinbaum propuso convertir la Basílica de Guadalupe en un museo. Circuló el 31 de marzo y logró ser compartida más de 4,000 veces en redes sociales. Pero era una noticia completamente falsa.
Por eso, además de verificar la información, uno de los propósitos principales de este observatorio es enseñar a identificar la desinformación. De acuerdo con la profesora Laura Fernanda Morales de la Vega, precursora del observatorio y profesora del Tec de Monterrey, en este observatorio crearon su propia metodología para verificar la información, pues “hay distintas categorías, no todas son fake news”.
La primera es verificar el origen de la información. Preguntarse quién lo dijo, desde qué perfil se publicó y la credibilidad de este usuario. Por ejemplo, si se comparte una publicación de un perfil que se creó hace dos días o que no parece ser de una persona real, es un primer aspecto a considerar.
La segunda es la corroboración de los hechos. Por ejemplo, si en un debate presidencial un candidato dice que hizo algo, recomiendan que se verifique con al menos tres fuentes de información distintas este hecho.
La tercera es el análisis de contenido visual y audiovisual. Esto es especialmente importante dado el aumento de publicaciones creadas con Inteligencia Artificial y, de acuerdo con la profesora, esto se puede hacer con algo tan simple como subir la imagen al buscador de Google, hasta con herramientas especializadas que pueden ver los metadatos de la imagen.
El cuarto es el contexto y sesgo. Mucha de la información que circula no necesariamente fue dicha en espacios electorales o contiene sesgos para manipular la información. Y la quinta es la intención y emotividad, pues muchas publicaciones están hechas para apelar a las emociones de las personas y no por eso son reales.
“Lo que más circula son las medias verdades”, explica Fernández. Pero ambas profesoras concuerdan en que el fact-checking no es solo una cuestión que debe de dejarse a los periodistas y a las organizaciones especializadas, y que es necesario que la verificación sea transversal.
Ambas profesoras mencionaron que en todas las plataformas circula la desinformación, pero donde las noticias falsas son más notables o "medias verdades" son en TikTok.
A pesar de los esfuerzos de la plataforma por combatir la desinformación, como asociaciones con El Sabueso y AFP para revisar el contenido y proporcionar recomendaciones sobre su eliminación, estas docentes consideran que dichos mecanismos resultan insuficientes y abogan por una mayor inversión en recursos y educación para abordar este problema.
“Lo que debemos hacer es democratizar las herramientas y que estén al alcance de todo ciudadano. Es muchísimo trabajo, pero es una tendencia mundial que todos tienen que aprender a identificar”, concluyó Morales de la Vega.