Si bien cuenta con centros de datos cuya base de enfriamiento es tradicional, es decir, a partir de ventiladores, en estas instalaciones también existen alternativas más sostenibles, donde cuentan con líquidos especiales -pues se combinan con un compuesto químico- que enfría los aparatos.
Esta opción es más amigable con el medio ambiente, porque elimina la necesidad de múltiples ventiladores y, por lo tanto, consume menos energía eléctrica, además de que cuando el líquido se calienta se reserva hasta esperar su enfriamiento y reutilizarlo.
A pesar de que se trata de una tecnología importante para el cuidado del medio ambiente, los especialistas de Oppo explican que su implementación no ha sido tan adoptada entre las compañías, debido a que requiere ciertas condicionantes de innovación, pues los servidores susceptibles a este tipo de refrigeración deben incluir chips de última generación que no se estropeen con el líquido.
Ana Paula Gamboa, especialista de Intel, explica que las grandes compañías de tecnología cada vez más están trabajando en desarrollar infraestructuras con aceleradores de instrucciones para la IA, que permiten optimizar los servidores para los casos de uso más recientes sin la necesidad de sobreexplotarlos a nivel energético.
En Google, de acuerdo con un reporte publicado a finales del año pasado, se han probado métodos para hacer más eficientes estos sistemas de cómputo e incluso resaltan que un centro de datos operado y propiedad de la empresa tiene en promedio 1.5 veces más de eficiencia energética que uno empresarial típico.
Asimismo, están apostando por el agua como forma de enfriamiento combinada con ciertos tipos de refrigerantes. “El agua puede ser el medio más eficiente de refrigeración en muchos lugares y, cuando se utiliza de manera responsable, puede desempeñar un papel importante en la reducción de emisiones”, señaló la compañía .
En Hokkaido, Japón, por ejemplo, existe el llamado White Data Center, que es una instalación especialmente ubicada en una zona montañosa del país en donde la nieve y el frío son un elemento común y útil para mantener las bajas temperaturas.
Este tipo de opciones ha generado que las empresas se fijen en países con climas principalmente gélidos, como Finlandia, Suecia o Noruega, sin embargo, también plantea un reto, pues deben ubicar estos sistemas lejos de las ciudades, algo que podría entorpecer la efectividad con la que se da el intercambio de información.