En México los servicios de conectividad, tras la emergencia sanitaria por la pandemia, han tomado un rol más relevante en la vida cotidiana de las personas. Pero a pesar de ello, en los últimos tres años los consumidores han comenzado a disminuir su gasto en las recargas telefónicas y planes de datos móviles.
Los mexicanos compran menos datos móviles
Al cierre de 2023, los mexicanos desembolsaron en promedio 155.4 pesos para una recarga móvil, lo que significa una reducción de 11.9%, respecto a los 176.5 pesos que desembolsaban en 2020, revelaron datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH).
Esta situación también se reflejó en los planes de telefonía. Al cierre del año pasado, los usuarios pagaron por este servicio 439.6 pesos, una reducción de 11.7% con relación a los 498.3 pesos que pagaban los consumidores en 2020.
Radamés Camargo, analista de la consultora The Ciu, explicó que el decremento en el gasto en servicios móviles puede estar asociado a las nuevas ofertas de datos ilimitados que han lanzado los operadores de telecomunicaciones en los últimos cuatro años.
Telcel, AT&T y Telefónica han lanzado al mercado planes telefónicos basados principalmente en una mayor canasta de datos a un menor precio, mientras que los Operadores Móviles Virtuales (OMV) ofrecen datos ilimitados en las recargas telefónicas. La finalidad de la estrategia es atraer y fidelizar a su base de suscriptores, debido a que la pandemia modificó los hábitos de consumo de las personas donde ahora han comenzado a priorizar el gasto sólo para ciertos productos esenciales.
“Las ofertas de datos ilimitados que tienen los OMV y el aumento de datos en los planes de los grandes operadores se han convertido en un gran atractivo para los usuarios porque se han traducido en acceder a más datos por un menor precio y es una percepción que existe allá afuera que ahora se desembolsa menos por un servicio que cada vez usas más”, sostiene el analista en entrevista.
A este factor se ha sumado el modelo de trabajo híbrido, es decir, donde los usuarios se conectan a través de redes domésticas, de oficinas, e incluso a las redes abiertas que se han habilitado en los últimos años, lo que trae consigo una menor necesidad de gasto en datos.
Ambas premisas son reforzadas por los usuarios. Eduardo S. explicó a este medio que el año pasado adquirió un plan de telefonía con datos ilimitados para acceder a todas sus redes sociales por el cual paga 490 pesos al mes. Pero ha descubierto que la cantidad de datos que le ha habilitado su compañía es excesiva y ahora busca mudarse a un plan más barato.
“Me he dado cuenta que nunca me termino mis datos porque de alguna forma siempre estoy conectado en la oficina o en mi casa y no tengo claro si los megas que me sobran a fin de mes se acumulan o simplemente desaparecen. Esto me ha hecho pensar que cambiaré de plan más barato ahora que se cumpla el año o incluso anular el contrato”, comenta Eduardo S. en entrevista.
Algo similar sucede con Tere Hernández. Ella es usuaria del segmento de prepeago. Al mes abona a su teléfono una recarga de 100 pesos, pero en el último año ha visto “que no hay necesidad de gastar tanto en recargas”, porque ha descubierto que los abonos de 50 pesos vienen con una “buena” cantidad de datos móviles.
“Esa bolsa de datos me dura un buen tiempo y la he complementado con las redes abiertas que hay en las calles o con el internet del trabajo. Creo que no necesito gastar tanto en recargas para estar conectada”, dice Tere a Expansión.