Durante mucho tiempo, Google y Apple habían argumentado que abrir sus aplicaciones a terceros sería contraproducente, pues representaría peligros de ciberseguridad para los usuarios; sin embargo, en esta audiencia final la postura del juez y de Google fue que es factible abrir la Play Store.
Eso sí, la empresa se defendió diciendo que tomaría bastante tiempo y sería demasiado costoso para la compañía, especialmente por el hecho de que la firma podría obligar a los desarrolladores a someter su app a una revisión humana de su equipo para evitar riesgos.
Glenn Pomerantz, abogado principal de Google, presentó un caso hipotétitco donde dijo que que la empresa no debería estar obligada a permitir una aplicación del Partido Nazi tanto en la Play Store como en tiendas de terceros.
Sin embargo, el abogado de Epic, Gary Bornstein, respondió que si Google va a revisar todas y cada una de las apps que llegan a plataformas distintas a la suya, la tecnológica tendrá “la autoridad de control de la que ya ha abusado”.
Al respecto, Donato dejó en claro que planea prohibir cualquier comportamiento con potencial discriminatorio en relación a cómo Google trata a las tiendas de terceros, incluida la revisión de apps por parte de humanos.
El juez también resaltó que no obligará a la empresa a promover tiendas rivales para crear competencia. Más bien, su propuesta será la de crear un “comité técnico de cumplimiento y monitoreo” con un representante de ambas empresas y un tercero que ambos acuerden para informar al tribunal cada 90 días. “Cuando tienes una montaña construida a partir de una mala conducta, tienes que moverla”, concluyó el juez.
Cabe recordar que la demanda de Epic en contra de Google y Apple inició en 2020 con la finalidad de que desarrolladores de apps, grandes y pequeños, combatieran los cobros de comisiones que hacen estas dos empresas a través de sus propios sistemas de pago.
De acuerdo con Epic, estas circunstancias provocaron que los gigantes tuvieran un monopolio ilegal que los enriquece injustamente y al mismo tiempo eleva artificialmente los precios de las aplicaciones porque otras tiendas de apps no pueden competir con los grandes jugadores como la Play Store y la App Store.