A través de un comunicado, Google explicó que las condiciones de licencia de software de Microsoft “impiden trasladar las cargas de trabajo actuales desde Azure (la plataforma de nube de Microsoft) a nubes competidoras”.
Las empresas que poseen el sistema operativo Windows Server de Microsoft y que desean ejecutarlo en otra plataforma en la nube, como Google Cloud o AWS (el servicio de Amazon), enfrentan costos exorbitantes, que pueden llegar a un aumento del 400% en los precios, además de "limitaciones en los parches de seguridad", denunció Google.
Según el gigante estadounidense, Microsoft comenzó a implementar restricciones cada vez más severas sobre el uso de su software a partir de 2019, estableciendo múltiples "barreras de interoperabilidad".
Microsoft bajo el radar
La Comisión Europea, que ya ha sancionado varias veces a Microsoft por prácticas anticompetitivas, también abrió una investigación en julio de 2023 contra la multinacional, ya que sospecha que abusó de su posición dominante en el software para favorecer el crecimiento de su herramienta de comunicación Teams en detrimento de sus competidores.
Este procedimiento obligó a la empresa fundada por Bill Gates a anunciar el año pasado la separación de su aplicación de videoconferencias Teams de sus programas de ofimática como Word, Excel, PowerPoint y Outlook, primero en Europa y luego en todo el mundo.
Sin embargo, estos anuncios no han convencido a Bruselas. La Comisión consideró en junio que estos cambios eran "insuficientes para responder a sus preocupaciones y que es necesario modificar aún más el comportamiento de Microsoft para restaurar la competencia".
Microsoft ha prometido continuar el diálogo con Bruselas y espera evitar una fuerte multa, como la que recibió en 2013, por un monto de 561 millones de euros (cerca de 600 millones de dólares), por imponer su navegador Internet Explorer.