Jorge Taboada, director de operaciones de TikTok para Latinoamérica, ejemplifica que en la plataforma de videos cortos esta tecnología ha servido para crear nuevas herramientas de moderación de contenido, tecnología de búsquedas e incluso etiquetas para detectar contenido hecho con IA.
Sin embargo, este no es el único sector donde impactará, pues también transformará el campo laboral. Según datos de McKinsey, la inversión en IA generativa creció 7 veces en 2023, y se espera que siga aumentando en la próxima década. Por lo que para 2035, esta tecnología será responsable de un gran porcentaje de la producción creativa en diversas industrias, como el entretenimiento y el marketing.
Por otra parte, un estudio del IBM Institute for Business Value afirma que México es uno de los países que más interés está teniendo en tomar los riesgos de implementar la IA generativa, pues cinco de cada 10 personas directores ejecutivos de empresas nacionales dijo que de no hacerlo, se quedarán rezagados y por ello prefieren invertir en la tecnología, incluso antes de tener una comprensión clara de su valor.
En este sentido, Martín Portillo Concha, director de estrategia digital de Huawei México, resaltó la oportunidad que representa la IA en el campo de trabajo, debido a su potencial para moldear las soluciones sin afectar los costos y generar resultados palpables para el usuario final.
Al respecto, McKinsey señala que la demanda de habilidades tecnológicas aumentó un 8% entre 2021 y 2023, a pesar de la reducción general en ofertas de empleo. Asimismo, el 46% de los directores ejecutivos consultados en México por IBM dijo que tiene la intención de contratar personal adicional para puestos relacionados con esta tecnología que requiere un mayor nivel de especialización.
No obstante, una de las problemáticas más apremiantes que han encontrado en este sentido es que el 55% de los CEOs dijo tener dificultad para encontrar quién ocupe esos puestos tecnológicos clave. Esto significa una necesidad extra de volver a capacitar a la fuerza laboral en los próximos tres años.
Los riesgos ambientales del futuro
Así como la IA representa una evolución para el mundo, también conlleva grandes riesgos ambientales. Tan sólo en términos de consumo de agua, para escribir un correo electrónico de 100 palabras con esta ChatGPT-4 se necesitan 519 mililitros de agua, es decir, poco más de una botella promedio.
Los datos provienen de un estudio que llevó a cabo la Universidad de California, en Riverside, en conjunto con el diario The Washington Post, en donde se detalla al igual que cualquier servicio de internet, las herramientas de IA generativa utilizan centros de datos para procesar la información con la que se entrenan. Sin embargo, con estas tecnologías es necesaria una mayor demanda de electricidad y sistemas de enfriamiento para los centros de datos.
Ante esto, Claudia Camarena, líder de relaciones externas y sustentabilidad de Enel México, urgió sobre la necesidad de desarrollar plataformas más verdes, es decir, que consuman menos energía y la que utilicen provenga de fuentes limpias, así como utilizar los propios avances de IA para monitorear e incentivar la creación de algoritmos más eficaces en este sentido.
Juan Carlos Arroyo, director de canales digitales de Banco Azteca, puntualizó el hecho de que hacia el 2035, el usuario será aún más crítico y responsable con que sus decisiones de consumo se ajusten a sus valores medioambientales. “Me entusiasma el futuro”, dijo. “Los clientes del futuro estarán comprometidos con su comunidad y buscarán en la tecnología un aliado”.