“Google ya no puede representar adecuadamente los intereses de Apple: Google ahora debe defenderse contra un amplio esfuerzo por romper sus unidades de negocio”, comentó Apple en una presentación legal que presentó ante el Departamento de Justicia.
En el documento, la compañía también señaló que una nueva opción de búsqueda dañaría a los consumidores, quienes “prefieren abrumadoramente el producto de Google”, además de que incluir la herramienta de Google sin una compensación crearía “un resultado perverso al mercado”.
De acuerdo con Apple, permitir que el buscador de Google llegue a los teléfonos inteligentes sin que pague dinero le daría una ventaja injusta sobre otros buscadores, debido a su desarrollo y, por lo tanto, esta empresa debería seguir pagando.
Y es que el acuerdo entre Google y Apple para mantener su buscador como la opción predeterminada en el navegador Safari representa alrededor del 36% de sus ingresos por publicidad de búsquedas en Safari, según se dio a conocer en el juicio de Epic Games vs Google.
En cifras hasta 2022, esto representó alrededor de 20,000 millones de dólares, un dato que generó polémica, pues Google pagó a Samsung menos de la mitad ese mismo año, aun cuando la empresa surcoreana es el principal socio de hardware de Android.
¿Qué sigue para el caso de Google?
Este caso todavía no está cerrado para Google. La fase de sanciones está programada para el mes de abril, momento en que Apple también espera participar llamando a declarar sus propios testigos.
Además, durante este periodo los fiscales de Estados Unidos tendrán que demostrar que Google debe tomar varias medidas en el mercado de las búsquedas, como vender su navegador web, Chrome, e incluso su sistema operativo, Android.
El resultado de esta investigación antimonopolio podría poner fin a los acuerdos de reparto de ingresos que ha convertido a Google en el motor de búsqueda predeterminado de Safari, en iPhone, así como en otros dispositivos, además de reconfigurar el sector.