Las nuevas normas de la Unión Europea (UE), que exigen que todos aparatos electrónicos usen el mismo tipo de cargador entraron en vigor el sábado, una iniciativa que, según Bruselas, podría reducir costos y la producción de residuos.
A partir de ahora, los fabricantes tienen la obligación de equipar los aparatos vendidos en la UE con un puerto de carga USB-C, elegido como el estándar en el bloque de 27 países.