El mercado móvil cambiará por completo al consolidarse uno de los sueños del expresidente Andrés Manuel López Obrador: contar con un jugador de telecomunicaciones capaz de competir con gigantes como Telcel. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) avaló que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) controle y se adueñe por completo de Altán Redes.
La CFE es el nuevo dueño de Altán y de su deuda financiera de 30,000 mdp
El Pleno del regulador aprobó que CFE se adueñe de los activos de Altán que implican la infraestructura como espectro, torres, fibra y el negocio mayorista que significa la venta de capacidad de red a empresas como los Operadores Móviles Virtuales (OMV). Esta resolución es parte del expediente UCE/CNC-006-2024 que fue abierto en agosto de 2024.
Con este movimiento, el gobierno morenista se convertiría en un jugador predominante en el sector móvil, al contar finalmente con la parte mayorista y minorista. Esto significa que a través de Altán pueda vender capacidad de red 4.5G a los Operadores Móviles Virtuales (OMV) y a otras empresas y con CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos comercializar servicios móviles a usuarios finales.
Para el gobierno la red de Altán tomó mayor relevancia en los últimos dos años, ya que a través de ella CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos pudo ampliar su cobertura para comercializar servicios de conectividad a nivel nacional como parte del objetivo del Estado de cerrar la brecha digital. Pero también al fusionar ambos activos el gobierno podría, de manera paulatina, lograr eficiencias de inversiones.
Desde 2022, CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos y Altán han trabajado con acuerdos de compartición de ingresos, pero la realidad es que ambas compañías enfrentan problemas financieros. CFE Telecomunicaciones está lejos de ser rentable al afrontar pérdidas de 8,931 millones de pesos debido a mayores gastos y costos para el despliegue de infraestructura, de acuerdo con datos obtenidos por Expansión a través de la plataforma de transparencia. Mientras que Altán enfrenta una deuda de al menos 500 millones de pesos por impagos de uso y aprovechamiento de espectro radioeléctrico.
Pero el control de la CFE sobre Altán encenderá las alertas del sector que ya enfrenta desafíos financieros para rentabilizar las redes de telecomunicaciones, sumados a regulatorios con la paulatina extinción de la regulador y la llegada de una Agencia que aún no se tiene claridad sobre su funcionamiento.
Adquiere también su deuda
La decisión del IFT también implica que la CFE se haga acreedora de la deuda financiera de Altán, que asciende a más de 30,000 millones de pesos, a través de la aprobación de un fideicomiso creado por la estatal en Banco Azteca para liquidar las deudas pendientes con 119 acreedores de la Red Compartida.
La idea de la Comisión Federal de Electricidad es saldar solo el 10% del adeudo con más de 80 acreedores, mientras que al resto se les pagaría entre el 33% y el 100% de la deuda, con una liquidación inmediata.
El FIT, quien aún ostenta facultades regulatorias, próximamente deberá emitir un documento donde detalle bajo qué condiciones regulatorias aprobó la concentración de activos de la CFE y Altán, debido a que la propia industria ya reporta distorsiones en el mercado móvil.