Las políticas DEI buscaban promover entornos de trabajo más diversos, equitativos y abiertos, reconociendo y valorando las diferencias individuales en aspectos como género, raza, orientación sexual, habilidades, experiencias y antecedentes culturales. Estas políticas respondían tanto a presiones sociales como a la necesidad de fomentar la innovación y competitividad empresarial.
Aunque Microsoft ha mantenido ciertos proyectos relacionados con diversidad, su compromiso inicial de invertir 150 millones de dólares en DEI y duplicar el número de líderes negros e hispanos para 2025 ha quedado en el aire. La compañía no ha respondido preguntas sobre el estado actual de estos planes ni sobre su postura en torno a políticas de género neutro.
El caso de Microsoft no es aislado. Empresas como Google y Meta también han reducido significativamente los recursos destinados a programas de DEI. Mientras que Google ha mantenido silencio respecto a su estrategia futura, Meta ha optado por alinear sus esfuerzos a una agenda más conservadora.
Por su parte, Apple declaró que su enfoque en DEI no busca “microgestionar” sus políticas internas, según la junta directiva. Sin embargo, la presión de grupos conservadores como el Centro Nacional de Investigación de Políticas Públicas (NCPPR, por sus siglas en inglés) ha generado incertidumbre sobre el futuro de estas iniciativas. La empresa deberá someter esta postura a votación en su junta general anual, programada para el 25 de febrero.
Presión política y retrocesos
La reducción de programas DEI no es solo consecuencia de ajustes presupuestarios. En 2023, la Corte Suprema de Estados Unidos limitó el uso de acciones afirmativas en universidades, lo que sentó un precedente para que grupos conservadores lo utilicen para amenazar con acciones legales contra empresas con políticas similares. Además, una orden ejecutiva de Trump en 2024 busca desalentar activamente los programas de DEI en empresas privadas y universidades, promoviendo investigaciones civiles para garantizar su cumplimiento.
Esto implica que empleados que busquen crear espacios más diversos podrían enfrentar investigaciones federales, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a la implementación de estos programas.
Los despidos masivos en el sector tecnológico durante 2024 también han golpeado a los equipos de DEI. Google, Meta, Zoom, Snap, Tesla, DoorDash, Lyft, Home Depot y Wayfair han reducido significativamente el tamaño de estos equipos, mientras que las ofertas de empleo relacionadas con DEI disminuyeron un 44% a mediados de 2023, según datos comparativos con 2022.
A nivel social, las percepciones sobre la equidad siguen divididas. Una encuesta del Pew Research Center de 2023 mostró que la mayoría de los estadounidenses considera que ser blanco y hombre sigue siendo una ventaja para progresar en el país. En contraste, ser negro, hispano, asiático o mujer continúa percibiéndose como un factor limitante. En 2024, otra encuesta del mismo centro reveló que los estadounidenses están más polarizados que nunca en cuanto a si los blancos gozan de privilegios que los negros no tienen, o si las mujeres siguen enfrentando barreras para avanzar.
La era dorada de la diversidad y la inclusión en las big tech parece desmoronarse, dejando en duda el futuro de estas políticas en un sector que, alguna vez, aspiró a liderar en equidad social.