El 20 de enero, Trump formalizó una orden ejecutiva para suspender temporalmente la aplicación de la ley que exige la venta o prohibición de TikTok en el país. Esta medida otorgaba a TikTok 75 días de prórroga antes de bloquearlo para siempre, pero bajo la condición de que China acepte el acuerdo de la propiedad compartida. En caso negativo el país impondrá aranceles a la red social, según se dijo en el momento de la firma de la orden.
La relación entre TikTok y el gobierno estadounidense ha sido tensa desde 2020, cuando Trump, durante su primer mandato, firmó una orden ejecutiva para prohibir la aplicación, citando preocupaciones de seguridad nacional. Se alegaba que ByteDance podría compartir datos de usuarios estadounidenses con el gobierno chino, lo que representaría una amenaza para la seguridad nacional.