El Fondo Monetario Internacional (IMF) apunta que las trabajadoras enfrentan mayor riesgo de perder su empleo ante la automatización en comparación con los trabajadores masculinos, de 11% y 9%, respectivamente.
“Los trabajos realizados por mujeres tienen una probabilidad de automatización de 70% o más. Esto se traduce a escala mundial en 180 millones de puestos de trabajo ocupados por mujeres”, explica el organismo.
Especialistas de la Unicef, la OIT y Movimiento STEM coinciden en que estas áreas resultan cruciales para los empleos del futuro, lo que hace aún más urgente desarrollar estrategias y promover la participación femenina en ellas.
“Esta situación subraya la necesidad urgente de ofrecer más alternativas y estímulos para que tanto mujeres como hombres se interesen por estas disciplinas y, en particular, que se desarrolle también el talento femenino en áreas tradicionalmente dominadas por hombres, fundamental para potenciar las oportunidades de este segmento poblacional en el mercado laboral que mayores expectativas de crecimiento prevé durante las próximas décadas”, dice Juan Antonio Cuartero, director de Structuralia, la escuela online del sector STEM más grande del mundo.
Rosas explica que este es el primer año en que el Tecnológico de Monterrey integra la categoría de transformación tecnológica a sus premios Mujer Tec, un movimiento que considera fundamental para servir de ejemplo para otras mujeres.
“En mi carrera hubo muchas mujeres que me impulsaron y creo que es una suerte haberlas tenido porque así yo vi que había mujeres como yo en esos espacios a los que yo aspiraba”, relata.
La percepción de Rosas no es aislada. Diversos estudios apuntan que factores sociales como la motivación por modelos a seguir son cruciales para aumentar la participación femenina en estas áreas.
En la Universidad de Michigan se elaboró una intervención a un grupo de alumnas universitarias que concluyó que más mensajes sobre mujeres STEM, tener amigos en STEM y modelos a seguir, son factores que aumentan significativamente la identificación de las mujeres con STEM.
El IMCO concluye que una mayor participación de las mujeres en el sector STEM no solo tendría beneficios para ellas, sino que también elevaría la competitividad de las industrias al incorporar una mayor diversidad de perspectivas para el desarrollo de la innovación.