En México, la compañía ya implementó 2 GW en instalaciones solares y 175 MWh en proyectos de almacenamiento, principalmente en los sectores comercial e industrial. Además, colabora con el Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) para acelerar la digitalización del sistema eléctrico nacional, integrando inteligencia artificial y análisis predictivo para optimizar el uso de energía.
“El objetivo de esta unidad no es solo crecer en un nuevo negocio, sino garantizar que toda nuestra infraestructura digital sea energizada de forma sustentable, desde los centros de datos hasta los vehículos conectados”, señaló César Funes, vicepresidente de relaciones públicas de Huawei para América Latina.
Funes señaló que la energía fotovoltaica es una de sus principales apuestas y buscan que con la nueva administración federal se sumen proyectos.
El sector energético en México está altamente regulado y vive una reconfiguración importante con la entrada en vigor de nuevas leyes en 2025. Aunque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) mantiene el control de más del 50 % de la generación eléctrica, se abre mayor espacio a la inversión privada en energías renovables y almacenamiento.
La administración de Claudia Sheinbaum impulsa una transición energética ambiciosa, con la meta de que 45 % de la electricidad provenga de fuentes limpias para 2030, respaldada por nuevas reglas para redes inteligentes, almacenamiento y generación distribuida, esto de acuerdo a declaraciones de la misma Sheinbaum al tomar posesión el año pasado.
Expertos coinciden en que México tiene un enorme potencial solar y eólico, pero enfrenta desafíos estructurales como una red eléctrica limitada, marcos regulatorios aún ambiguos y una priorización operativa de la CFE. Aun así, la aprobación de normas específicas para almacenamiento y la creciente inversión en infraestructura abren oportunidades para empresas como Huawei.