Japón representa un caso especial para Amazon. Con una inversión acumulada de 10,000 millones de dólares en infraestructura, capacitación e innovación, el país asiático es una sinfonía robótica donde cada vez se necesitan menos manos humanas para cumplir con entregas cada vez más rápidas.
Con la incorporación del robot un millón, Amazon no solo reafirma su automatización de extremo a extremo, desde el almacenamiento hasta la entrega y la posiciona como la compañía más avanzada del sector.
DHL sigue de cerca al gigante de Seattle con un enfoque modular, centrado en la optimización de almacenes mediante miles de robots móviles, sistemas AutoStore y alianzas con firmas como Boston Dynamics para automatizar la descarga de camiones.
Por su parte, FedEx apuesta por automatizar procesos clave como la clasificación y la carga de camiones, con inversiones en tecnologías emergentes como los brazos robóticos DexR y soluciones de IA para centros de distribución, aunque su despliegue aún se encuentra en fases piloto y con menor integración vertical.
A esto se suma el anuncio de una nueva tecnología basada en Inteligencia Artificial (IA): DeepFleet.
Presentada en el evento Delivering The Future, realizado en Tokio, DeepFleet es una solución desarrollada con datos de inventarios automatizados y herramientas de AWS, la filial de servicios en la nube del conglomerado.