“La implantación de la IA ha contribuido al crecimiento de los ingresos de la tecnología empresarial en general. Sin embargo, la IA no es el único factor que ha contribuido a este aumento de las ventas de las empresas tecnológicas, también se han apoyado en otras actividades empresariales”, precisó Quasar Elizundia, estratega de Investigación de Mercados en Pepperstone.
Ya no se trata solo de cuántos teléfonos inteligentes se venden o cuántas licencias de software se comercializan, ahora, el valor reside en quién lidera la infraestructura y el diseño de la inteligencia artificial generativa, esa nueva columna vertebral de los negocios digitales.
Nvidia es el caso más ilustrativo. Su ascenso ha sido tan vertiginoso como específico, pues capitalizó casi por completo la fiebre por la inteligencia artificial generativa, vendiendo las “picas y palas” del nuevo oro digital. Su dominio en la fabricación de GPUs para entrenamiento de modelos fundacionales la ha colocado en el centro mismo de una revolución tecnológica.
Microsoft sigue una trayectoria distinta, pero igual de poderosa. Gracias a su alianza con OpenAI y la integración de herramientas de IA generativa en productos como Office, Azure y Windows, logró renovar su relevancia frente a nuevas generaciones y mercados. Aunque recientemente bajo ligeramente de su pico de 3.5 billones, su estrategia la mantiene como uno de los principales arquitectos del presente digital.
“Es importante el impacto de la IA en los resultados financieros de grandes empresas como Microsoft y Alphabet, que han superado las expectativas. Microsoft experimentó un crecimiento del 33% en Azure durante el último trimestre, con 16 puntos porcentuales de esta ganancia atribuibles a proyectos de IA. Los ingresos publicitarios de Alphabet crecieron un 8.5%, impulsados por la integración de la IA en las búsquedas”, indicó Elizundia.
Apple, por su parte, ha demostrado que no es necesario liderar la carrera de la IA para mantenerse en la cima. Su enfoque es más silencioso al incorporar funciones de inteligencia artificial en dispositivos más asequibles, maximizando la rentabilidad de su ecosistema.
Este trío de gigantes no solo domina en valor bursátil, sino que también consolida una arquitectura de negocio mucho más eficiente que en ciclos anteriores.
Los avances en automatización, la migración a modelos de suscripción y una alta concentración de servicios en pocos productos clave les permite operar con márgenes elevados, incluso mientras ejecutan despidos masivos, de acuerdo con Antonio Di Giacomo, analista de Mercados Financieros para América Latina.