Como ejemplo de algunas de sus capacidades destaca que podría potencialmente diseñar sistemas de energía altamente eficientes o desarrollar nuevos tratamientos médicos; no obstante, esta herramienta requiere de grandes modelos lingüísticos (LLMs) y conjuntos de datos masivos para aprender y desarrollar una comprensión del mundo.
Además de tratarte de una IA multimodal (capaz de procesar e interpretar texto, imágenes, audio y video, entre más), este estándar en la teoría se compondría de una computación neuromórfica (sistemas de hardware inspirados en las estructuras neuronales y sinápticas del cerebro humano) y evolutiva (es decir, se basa en algoritmos evolutivos que resuelven problemas mejorando iterativamente una población de soluciones candidatas, imitando el proceso de selección natural), explica Tim Mucci, experto en IA de IBM.
Usos y aplicaciones de la Superinteligencia Artificial
De acuerdo con Mucci desarrollar una ASI transformaría el funcionamiento del mundo a un nivel fundamental, incluso hay quienes refieren que será el último invento de la humanidad, pues se trataría de una computadora casi perfecta disponible las 24 horas del día, los siete días de la semana, con la capacidad de procesar y analizar cualquier cantidad de datos con una velocidad y precisión que aún no podemos comprender.
“Sus casos de uso se relacionan a áreas como el cuidado de la salud, las finanzas, la investigación científica, la política y todas las industrias”, escribió en un blog. Incluso señaló que “este pensamiento avanzado podría ser suficiente para resolver los acertijos médicos más persistentes para desarrollar tratamientos que salven vidas y desentrañar los misterios de la física para ayudar al objetivo de la humanidad de explorar las estrellas”.
Dado que la ASI puede funcionar de forma continua, sería ideal para tareas como navegar de forma segura en redes de vehículos autónomos. Además, su capacidad para analizar grandes cantidades de datos podría llevar a soluciones que los seres humanos ni siquiera pueden imaginar.
Sin embargo, también se trata de un sistema con riesgos, pues podría superar el control humano y ser consciente de sí misma, lo que generaría consecuencias imprevistas e incluso riesgos existenciales, como obtener el control de armas avanzadas.
Por lo tanto, el especialista detalla que programar ASI con ética y moral humanas es complejo, debido a que no existe un conjunto de códigos morales universales y hacerlo podría provocar dilemas y consecuencias potencialmente dañinas, sobre todo si la ASI empieza a funcionar fuera del control humano. En este sentido, Mucci resalta lo “crucial que es establecer regulaciones y salvaguardas internacionales para prevenir tales escenarios”.