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Estudiar cuesta más por la presión de tener un smartphone ‘de moda’

La presión social demanda dispositivos avanzados y el mercado ofrece equipos cuyo precio rebasa con creces el gasto promedio estimado.
jue 07 agosto 2025 05:00 PM
El smartphone encarece la lista de regreso a clases 2025, ¿es indispensable para estudiar?
El gasto promedio en smartphones aumentó 78% en la última década, pasando de 2,600 pesos a los actuales 4,627, de acuerdo con The Ciu.

Así como la mochila o una libreta, el celular es, para algunos estudiantes, un esencial para su día a día escolar, particularmente para aquellos que cursan niveles entre la secundaria y la licenciatura. Contar con un smartphone permite hacer tareas, tomar clases en línea, tener visibilidad de una agenda y en general mantener conectados a esos alumnos.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señala que los smartphones son el dispositivo tecnológico más popular en México. The Competitive Intelligence Unit (The Ciu) estima que el gasto promedio en un equipo ronda los 4,627 pesos, sin embargo, los modelos que dominan los aparadores suelen duplicar o triplicar esa cifra.

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En la oferta hay smartphones como el Samsung Galaxy S25 Ultra o el Huawei Pura 80 Ultra, que superan los 30,000 pesos. Y si bien ambas marcas ofrecen equipos con precios más asequibles, al consultar el catálogo de estas y otras compañías se revela que la media de sus productos está muy por encima.

A continuación se muestra una tabla con el costo promedio de un teléfono dependiendo de la marca.

Desde la perspectiva de Adriana López, madre de dos adolescentes, “no necesitas un celular tan avanzado para estudiar, mantenerte comunicado o hacer tus tareas”.

“El regreso a clases ya es caro solo con los útiles escolares. Y siendo muy claros: no es solo el precio del celular, sino el riesgo de perderlo, que te lo roben o que se rompa. Mientras más caro es, más estrés y más deuda para todos", dijo la madre de familia.

De acuerdo con un análisis de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el gasto promedio que deben realizar las familias mexicanas por cada hijo en edad escolar va de los 3,000 a los 7,000 pesos, monto que incluye útiles, uniformes, mochilas, calzado, cuotas escolares y dispositivos electrónicos como laptop, tableta o conexión a internet.

Por otro lado, el gasto promedio en smartphones aumentó 78% en la última década, pasando de 2,600 pesos a los actuales 4,627. El fenómeno no es exclusivo de México. Datos de Statista revelan que mientras en 2016 el precio promedio era de poco más de 300 dólares, para 2023 esa cifra ya rebasaba los 420 dólares.

La explicación, según The Ciu, está en la integración de funcionalidades avanzadas que transforman al celular en cámara, consola, centro de entretenimiento y herramienta educativa. El problema es que esa evolución tecnológica también eleva las expectativas, tanto técnicas como sociales.

“Por supuesto que mis hijos me piden celulares super caros pero yo les digo que no quiero que confundan tener lo último en tecnología con tener más valor como persona. Un buen estudiante no se mide por la marca de su teléfono”, mencionó López.

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Aspiración tecnológica y presión social

En la práctica, el smartphone se ha vuelto un símbolo de estatus. Para muchos estudiantes, no basta con que el celular funcione: debe tener buena cámara, capacidad para correr aplicaciones pesadas y, en muchos casos, una marca reconocida.

Liliana Gómez, quien está por entrar a la universidad confesó en entrevista que presionó a sus papás para que le compraran un teléfono que excedía su presupuesto inicial.

“Me habían dicho que el presupuesto era de 10,000 pesos pero los teléfonos que me gustaban costaban por lo menos el doble. Al final mis papás gastaron cerca de 15,000 pesos por un Galaxy S24, solo que no lo pudieron pagar de contado. No era el que yo quería pero por lo menos ya es uno de los equipos bonitos y que tienen funciones avanzadas y con IA”, explicó la joven.

Sin embargo, al ser cuestionada sobre qué “funciones avanzadas y con IA” utiliza, la joven solo señaló la edición con Inteligencia Artificial en su galería de fotos y dijo que desconocía que existían otras en su equipo como la traducción de llamadas, notas inteligentes o Samsung DeX, que permite conectar el S24 a un monitor o televisión y usarlo como si fuera una computadora de escritorio.

“Creo que también lo elegí por la marca. He oído que Apple y Samsung tienen buenos equipos y la verdad es que si te dan estatus con la gente o por lo menos con las personas que yo convivo”, reveló Gómez.

Si bien Gómez logró acceder a un equipo considerado de gama alta, este no fue el caso de Ezequiel Martínez, quien se encuentra cruzando la licenciatura y no recibió apoyo de sus padres para la compra de su teléfono.

“Tengo un Redmi Note 14 Pro. Creo que es un buen equipo, cumple con lo que necesito en mi día a día: ver mi correo, a veces navegar por internet, tomar fotos, ver redes sociales, usar el navegador y usar WhatsApp. También tiene funciones de IA que, para ser honesto, no uso mucho pero sé que las tiene”, señaló Martínez.

El joven comentó que si bien hay veces que le gustaría contar con un equipo más costoso, por el momento no puede costearlo y considera que no lo necesita.

“Tengo amigos que tienen el último iPhone o teléfonos más caros. Uno los ve y sí te impactan. Tienen más funciones, a veces también mejor cámara y hasta la pantalla se ve diferente, pero ya si lo pienso, no necesito esas cosas para la escuela”, refirió.

Aunque existen teléfonos de 4,000 pesos, la percepción de que se necesita un dispositivo más completo para estar a la altura de las exigencias escolares y sociales genera una brecha entre lo que se desea y lo que se puede pagar.

“Aunque ahora digo que no lo necesito y no lo puedo pagar, sí me gustaría en el futuro tener un teléfono de gama alta para saber qué se siente y tener acceso a lo último en tecnología. No invertiría en un equipo de 30,000 pesos, pero me conformaría con uno que cueste la mitad”, dijo.

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